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sábado, 20 de abril de 2024 01:42h.

una rabiosa independencia crítica y estética

Cataño, origen y destino - por Alejandro Duque Amusco

 

FRASE DUQUE AMUSCO

 

Cataño, origen y destino - por Alejandro Duque Amusco *

El nuevo volumen con los diarios del poeta tinerfeño José Carlos Cataño supone su cuarta entrega en esta modalidad y desgraciadamente la última. Cataño falleció inesperadamente en agosto de 2019, cuando estaba próximo a cumplir los sesenta y cinco, la dorada plenitud.

El actual volumen, en muy cuidada edición de Renacimiento, lleva el sugestivo título de El porvenir del horizonte y recoge las notas escritas desde el año 2010 al 2018, adelantadas provisionalmente en su bitácora personal. El libro se incorporará a sus diarios completos, que llevan por nombre Los que cruzan el mar, el mismo bello título de sus primeros diarios, de 2004.

josé carlos cataño

José Carlos Cataño siempre destacó por su muy original y transparente poesía y, en el plano personal, por una rabiosa independencia crítica y estética frente a los valores dominantes, lo que lo llevó a vivir a contracorriente, de espaldas a todo, y sin querer echar raíces en ningún sitio, ni en La Laguna –su tierra natal– ni en Barcelona, donde no encontró encaje fácil hasta sus últimos años. Fue siempre un hombre “en tránsito”, así se llama en las recientes notas. 

No se piense que esa aceptada extranjería, que marcó su vida, era consecuencia de una tensión Norte-Sur: su Isla de la infancia frente a una Ciudad Condal, que, como toda gran ciudad, puede llegar en algunos momentos a ser dura y difícil. Este no es el secreto de su sentimiento de apátrida. De haberse quedado en Tenerife, y de no haber seguido los pasos de “los que cruzan el mar”, nos atrevemos a pensar que probablemente habría vivido con igual desazón y con la misma conciencia de outsider, porque era consustancial a su carácter, a su forma de ser y de saberse en el mundo. Un sentimiento que, al mismo tiempo que lo devoraba, le infundía fuerzas y lo reafirmaba. 

Lo que Cataño observa y lleva a su diario puede parecer minucias tomadas del natural (su pupila de buen pintor y fotógrafo se hace evidente por momentos), pero más allá de sus vigorosas descripciones se deja sentir la desazón y el abatimiento por la fragilidad de todo cuanto existe. El mensaje discurre como por debajo de las palabras. “De lo que se trata no es de contar lo que hacemos o dejamos de hacer, sino del símbolo ‒la granada‒ que recoge nuestros días”. 

La prosa de estas notas es de un puntillismo casi impresionista: observaciones rápidas, fogonazos de la realidad, captación de instantes únicos e irrepetibles, como la vida suya y de cualquier persona. Son “pisadas en la nieve”, igual de hermosas y fugaces, como de sus propios diarios decía Yorgos Seferis.

YORGOS SEFERIS DÍAS

Lo que le trae sin cuidado es la exactitud cronológica, y por eso no es raro encontrar en sus páginas algunos lapsus y repeticiones. ¡Qué más da que lo que con tanto cuidado se anota haya ocurrido un día u otro, aquí o allí! “El lugar no importa; sucede en mi alma”, dirá.

Un diario exige memoria, y el autor canario desde las primeras páginas se muestra receloso con ella. Cree, y la neurociencia viene a darle la razón, que la memoria es maleable, débil y acomodaticia. Escribe tajante: “El recuerdo es fruto de la imaginación”. No obstante, hay recuerdos que vuelven en sus diarios con toda la fuerza inolvidable de la verdad: la madre, fallecida poco tiempo después de abandonar él la Isla, el cariño por su hija, las hoyas de El Hierro donde aprendió a nadar, la silueta de su Volcán (imposible no acordarse de Malcolm Lowry, uno de los suyos), y del temblor de las hojas en los árboles poco antes de caer.

cataño

Cataño, en el blog de Luis León Barreto

Quizá la transcripción de esta nota suya de otoño sea el mejor final y nuestro más fervoroso homenaje al poeta desaparecido y tan presente sin embargo: “Antes de caer, las hojas de los plátanos temblaban. Pero después de tanto temor, cada hoja llegaba al suelo con suavidad, jugando durante su balanceo”. Origen y destino, el temblor de una hoja.

 

hoja de plátano

 

 

el porvenir del horisonte

Portada de El porvenir del horizonte

 

El porvenir del horizonte. Diarios, 2010-2018, de José Carlos Cataño

Renacimiento, Biblioteca de la Memoria, Sevilla, 2021, págs. 291.

18,91 €

Puede comprarse el libro en línea, pinchando en el logo

EDITORIAL RENACIMIENTO

 

https://josecarloscatano.com/blog/

 

* La casa de mi tía, privada por este honor, agradece la gentileza de  Alejandro Duque Amusco y la colaboración de Nicolás Guerra Aguiar. Que nunca las mañas pierdan ninguno de los dos

ALEJANDRO DUQUE AMUSCO

 

 

mancheta 40