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jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

"La isleta maravillosa" de Berbel, presentación LPGC 28 enero

 

 

Club Victoria, Las Canteras, Las Palmas de Gran Canaria, miércoles 28 de enero, 20:30 

Queridos amigos:
Les invito el próximo miércoles, día 28 de este mes de enero del presente año, 2015, en el Real Club Victoria (Paseo de Las Canteras), a las 20.30 horas de la tarde, a la presentación de este librillo, especie de crónica de la infancia dedicada a nuestra Isleta, LA ISLETA MARAVILLOSA.
Me gustaría que vinieran a acompañarme y a recordar cosas preciosas de los viejos tiempos en los que éramos unos niños y correteábamos por toda nuestra ciudad descubriendo el mundo.

 

Berbel

NOTA  DE  LA  AUTORA   (BERBEL)

Este librillo es una pequeña historia que forma la crónica del relato de una niña (la autora) de padre canario y madre peninsular, que vino a vivir a nuestra isla con ocho años y La Isleta fue el lugar mágico desde donde se le abrieron las puertas al universo.

La Isleta formó parte de su aprendizaje, del conocimiento de la vida, de la experiencia y fue el primer punto importantísimo para llegar a ser quien hoy es, una mujer de 64 años agradecida a su isla y a su entorno.

Ha elegido la presentación en el Real Club Victoria porque considera emblemático y representativo para toda nuestra Isleta. Este espacio, nuestro Real Club Victoria, lugar de gente noble, siempre con inquietudes culturales, deportivas y sociales que tanto y durante tantísimo tiempo ha marcado el paso de nuestros días, siempre con una proyección al futuro.

 

DEDICATORIA.

Con permiso de la niña que vivió toda la historia, la autora quiere dedicar este librillo a Consuelo y Pedro, los padres; a don Luis, doña Marta y doña Rosa, los preciosos vecinos; a Chelito, Martita y Osquita y otros hermanos que vendrían más tarde llenos de travesuras inocentes. A los cuentos del Corsario Verde, El Jabato, El Capitán Trueno, la soga de saltar, las chapas, el teje y los cortes y los polos de hielo envueltos en papel finito.

A todos los entrañables isleteros, las cabras que se paseaban por la calle para vendernos sus medidas de leche y a los vendedores de sardinas frescas de barquillo y frutas del campo. Al mono, los conejos y las gallinas de la azotea, a todos los cambulloneros del puerto, a los cines, teatro, música de verbenas; a todos los trabajadores y al mercado del puerto. A los membrillos y el juego del clavo con todas sus mañas en la extraordinaria playa de Las Canteras. A las procesiones, las navidades, las iglesias y los voladores estallando maravillosos colores en el cielo.

A todas las personas que aman nuestra tierra.

            Y a La Isleta, lugar mágico donde la autora tanto amó la vida.