Pido la palabra, nuevo poemario de Elsa Hernández Baute –por Ana Beltrán
Pido la palabra, nuevo poemario de Elsa Hernández Baute –por Ana Beltrán *
Pido la palabra, el nuevo poemario de Elsa Hernández Baute, fue presentado el 10 de diciembre en medio del fulgor navideño de El Círculo de Amistad, el cual quedó un tanto opacado por la resplandeciente luz que desprende cada uno de los versos de esta singular poeta.
La autora de Pido la palabra no es dada a emplear voces rimbombantes, al contrario: sus poemas son de una sencillez conmovedora, en ellos sobran los vocablos ostentosos. Son poemas “elsianos”, como los califica el también poeta Ányelo Fernández. Y realmente es así: he leído muchos poemarios, pero hasta ahora no encontré ninguno como los de Elsa, tan preñados de sentimientos; muchos de ellos rayanos en lo místico. En su poemario Siempre amando se aprecia el amor y el dolor de forma descarnada, la desesperación por la pérdida del amado, y a la vez la dulzura que caracteriza a esta autora. Pero no sólo en ese poemario expresa Elsa sus más profundos sentires, también lo hace en Cuando vuelva a amanecer, donde le recuerda a su desaparecido amor: “Ángel, no se agotarán mis versos para ti”. Y no se agotaron… no se han agotado. Los siguiente versos son del poema Mejor no lo digo. ¡Qué gélidas mantas!, /hojas de cuchillo, /como aquella aurora/ amarga en delirio, / […]. En otro de sus poemarios, Queridos niños, hay un buen puñado de bellos y enternecedores poemas dedicados a la infancia, como estos versos del poema La niña y la luna: Cansadita iba la niña/ detrás de la luna blanca, / pero cuanto más corría / la luna más se alejaba. Del libro Siguiendo a Cristo, estrictamente religioso, es esta copla al Cristo de La Laguna: Vengo a contarte una pena, /Cristo de Aguere moreno, /pero no sé si me oyes/entre la traca y el fuego. Pido la palabra es un libro donde hay homenajes a los amigos, a nuestras islas, a países latinoamericanos… y al mar, que nos aleja y a la vez nos comunica. Y también hay algo de recordatorio, extraído de anteriores libros, como es este poema, titulado Te amé sin conocerte: […] Te quise inmensamente, / con delirios, con goces, /con el alma en un hilo, /con los fríos del norte.
Nadie puede negar la belleza de los poemas de Elsa, que se cuentan por miles, una larga vida dedicada a buscar la palabra exacta, la rima adecuada y el ritmo perfecto. ¿Se puede pedir más?
http://www.todostuslibros.com/libros/pido-la-palabra_978-84-608-1812-0
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* En La casa de mi tía por gentileza de Ana Beltrán