Hay que repetir, con insistencia y sin descanso, que el dinero que en colosales cantidades se represa y refugia en los paraísos fiscales es el producto de los delitos más crueles y potentes: el dinero de los delitos de los tráficos: de personas, de drogas, de armas y de influencias y el dinero de la evasión fiscal. Los delitos de los tréficos y de la evasión que son los que causan las gravísimas calamidades que azotan al 99 por ciento de la población. El hambre, la enfermedad, la incultura, la esclavización y la muerte provienen de ese drenaje de fondos que acaban en los paraísos fiscales. Y por eso, por su pasividad de los gobiernos, por su permisividad de semejante barbaridad, se demuestra la hipocresía de los gobiernos. Se demuestra que no tienen la menor intención de solucionar una crisis que no existe, porque se trata de una ofensiva de los ricos, diseñada para someter a los pobres. 

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/24/valencia/1353785692_673791.html