Asombra y exaspera la suicida benevolencia que se aplica al delito más perjudicial de tantas barbaridades que se perpetran en el mundo. La corrupción, que es vista -no hay más que comprobar los resultados electorales o la intención de voto- por mucha gente como una bobería sin importancia es responsable de tantos sufrimientos que sufre la Humanidad porque faltan los fondos necesarios para aliviarlos. También la corrupción causa deterioro en la calidad de los servicios y estructuras del sector publico, al tiempo que alteran al alza su coste. La corrupción, al fin, envilece la actividad económica, porque las empresas honestas no pueden competir con las empresas corruptas y destroza la estabilidad financiera, porque los fondos tan perversamente obtenidos se destinan en su mayor parte, a la especulación. El editorial del mexicano LA JORNADA cuya lectura recomienda Francisco Morote, de Attac Canarias se ocupa de este terrible problema, a cuenta del empapelamiento del golfo de Oxfam, Juan Alberto Fuentes Knight, no por las fechorías de Haiti, que esa es otra, sino por sus actuaciones cuando formaba parte del gobierno de Guatemala. Cita también el editorialista a otros protagonistas del esperpento de la corrupción, como Netanyahu o la banda criminal brasileña y la Gürtel. Pero, claro , se quedan en el teclado las referencias a tantas otras realidades en el mismo ámbito delictivo por todo el mundo, incluyendo, como no, al estado español y a Canarias.