Usted tiene una enfermedad y le están administrando un tratamiento. Pero su mal, con esa medicación, lejos de mejorar, se agrava. Pero su médico se empeña, no solamente en seguir con sus pócimas, sino en aumentar las dosis. ¿Qué hace usted? Seguro que cambia de médico o se niega a seguir aceptando las recetas que le prescribe. Otra cosa sería de locos. Porque lo ocurrido demuestra que, o su médico no tiene ni idea o, quizá, que lo quiere es que la enfermedad de usted siga, porque él se beneficia. 
Pues bien, esto es lo que ocurre, punto por punto, con las economías de los estados europeos. Las medicinas que le administran: austeridad en presupuestos sociales y recortes de derechos laborales, no funcionan en absoluto. Pero los gobiernos ultraliberales, al mado de la médica jefa, la Merkel, se empeñan en seguirno dando tazas y tazas de las fórmulas inventadas por la Escuela de Chicago. ¿Por qué? Por una parte, algunos, porque no tienen ni idea. Pero en gran medida, porque están interesados en que esta depresión inducida a la que llaman crisis se mantenga y se extienda. Son las órdenes que reciben de sus clientes, los poderes especuladores financieros.

Y lo digo de nuevo:

¿Cómo es posible que los trabajadores y las trabajadoras no estén todos los días en la calle, pidiendo dimisión o que cese la agresión constante?

http://www.diarioprogresista.es/el-gobierno-ultima-el-reglamento-del-despido-libre-13146.htm