El estupendo negocio de Air Europa; parece que el crímen sí paga - por Chema Tante
El estupendo negocio de Air Europa; parece que el crímen sí paga - por Chema Tante
Cuando Air Europa apoquina 13 millones y medio de euros, para, como dicen los titulares "saldar el fraude" del feo asunto de las subvenciones a residentes, está reconociendo, confesando, aceptando que cometió el delito. Un fraude que se establece en seis millones de billetes. Y, habida cuenta del precio de esos billetes, el cincuenta por ciento mamado supera, multiplica en mucho -por diez, dicen las agencias de viaje y alguna diputada- los miserables trece millones que acepta pagar ahora la empresa estafadora. Vaya un negocio millonario.
El caso es que yo sí creo que Air Europa, como antes Islas, tienen razón cuando dicen que, si el estado paga la mitad de un pasaje, luego la empresa transportista puede regalar todo o parte del importe restante. Pero lo que ocurre es que a Islas, por esta misma razon, se la llevaron por delante, causando un enorme quebranto a la gente que nos movemos por las islas y usamos el avión como si fuera una guagua. Nos perjudicó, porque eliminó la competencia en el aire y le dieron a Binter alas -nunca mejor dicho- para cobrar lo que le dio la gana. Chingaron a Islas y beneficiaron a Binter, esa es la realidad. Y conste que a mí, en lo personal, me cae tan mal Concepción como Rudy Núñez.
Lo que yo digo son dos cosas: esto que hicieron Juan José Hidalgo y Miguel Concepción, o es delito o no lo es. Pero Air Europa, aflojando la mosca, está asumiendo que sí entiende que obró mal. Y si esto es delito, la cosa no puede taparse con unos milloncitos; ni siquiera cerrando la empresa, como hicieron con Islas. Lo que debe ocurrir es que quienes cometen crímenes de esta categoría sean penados como corresponde. De la misma manera en que se castiga a quien roba unos pocos miles de euros. Y, sobre todo, que no puedan quedarse con el botín. Pero si no es delito, entonces quien se ha beneficiado es Binter y, al final, quienes pagamos la factura, somos quienes viajamos por los aires.
Por cierto que la misma ministra que trata con tanta indulgencia a la empresa fullera, es la que dijo que éramos las y los residentes en Canaria quienes hacíamos trampas y nos obliga a cargar el certificado decimonónico.
Y lo peor de todo esto es que el asunto está, dicen también los medios, "en manos de la fiscalía". Porque, viendo como actúan fiscalías y jueces, no se puede esperar que se esclarezca la verdad.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=395449