Mario, el del BCE, sigue sin enterarse
Porque las luces de Mario ya le dan para saber que la libertad de mercados, la benevolencia fiscal a las fortunas y empresas y las manos libres empresariales en materia laboral no están para sacar de la miseria a las personas pobres. Pero lo que el pobre Draghi no acierta a entender es que la economía, tampoco la de las clases poderosas termina de arrancar. Y, en su cortedad intelectual, el hombre no acierta sino a buscar las mismas soluciones que han llevado a la economía europea al marasmo.
Ya no somos los países del sur los que estamos en el desastre. Ya Alemania y Francia se agregan a la tragedia. Y así seguiremos. Porque lo que fallan no son las crueles medidas. El error está en la concepción. No es cierto que los mercados funiconan solos de la mejor manera. No es cierto que el estado sea una losa para la economía. No es cierto que sea bueno que las grandes fortunas y empresas no paguen impuestos. Poer mucho que baje el precio del dinero, la economía no se animará. Porque quienes pueden acceder al crédito, ya tienen dinero, frutio de sus rapiñas. Lo que mueve la economía es el gasto social y la inversión pública productiva, con financiación que sale de la presión fiscal a la gente de arriba. Eso es lo que hay.
http://www.elmundo.es/economia/2014/09/05/5408c1d9e2704e2c1c8b456b.html
http://www.elmundo.es/economia/2014/09/04/540774fa22601de43d8b4591.html