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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

Los números de Alonso sobre el turismo - por Chema Tante

No me refiero solamente, aunque también, a los numeritos mediáticos que monta el presidente adventicio del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, sino, más específicamente, a los datos que larga con descaro pseudotecnócrata, respecto al turismo. 

No me refiero solamente, aunque también, a los numeritos mediáticos que monta el presidente adventicio del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, sino, más específicamente, a los datos que larga con descaro pseudotecnócrata, respecto al turismo. 

Es sabido que esta gente, que se ufana del rigor y la precisión de sus datos, no tiene el menor inconveniente en presentar la información de manera cuidadosamente sesgada. Para ello, recurre con fruición a la falacia de los porcentajes. No lo voy a decir de la manera escatológica que se suele hacer coloquialmente, pero recordaré que, por alto que sea, un mucho por ciento de muy poco, sigue siendo muy poco.

Decir, por ejemplo, que la contratación en turismo ha subido "un 42%" resulta un esfuerzo por hacer ver que el desempleo en Tenerife  se está solventando con el auge cuantitativo del sector, y es una mentira donde las haya. Porque lo cierto es que las contrataciones de personal en la actividad turística son, no pírricas, sino casi inexistentes. Lo que hacen las empresas turísticas, de Tenerife y de toda Canarias no es contratación, son sustitución. Dónde antes trabajaba legalmente una persona, ahora trabajan dos o tres, ganando menos y haciendo más horas. Y, con frecuencia exasperante, varias contrataciones corresponden a una misma trabajadora o trabajador, porque se trata -como reconoce con la boca chica el propio presidente adventicio- de contratos temporales. Lo que no dice, con ninguna boca, Alonso, es que esos contratos son por días, incluso por horas, dentro del mismo mes. Mediante esa práctica diabólica, se engordan las cifras, haciendo pasar como crecimiento de empleo lo que no pasa de explotación dura.

Y no voy a cansarles más con los embustes de Alonso. Solamente les llamo la atención sobre dos datos más: el crecimiento del gasto de turistas. Un gasto que se trasnforma en trasvase de fondos al exterior, porque lo que consumen o compran los y las chonis es en su inmensa mayoría, importado. Y los datos de satisfacción y felicidad. Claro que son positivos. Lo que no es positivo es que malbaratemos nuestros recursos, a precios de risa. Quien compra barato y le dan buena calidad, se siente feliz y repite. Pero el comericalizado se aruina. Que es lo que nos está pasando.