Por el Día Internacional de la NoViolencia, 2 de octubre

Este encuentro, que es una muestra que entrelaza lo virtual y lo presencial, es el legado de un compromiso personal y conjunto que nos ha llevado a trabajar por el mejoramiento de la vida de quienes estamos aquí presentes y por el mejoramiento de la vida de nuestro prójimo.

Acá, desde pueblos y ciudades de diversos lugares del mundo, nos han traído las experiencias comunes, los ideales, las actitudes y procedimientos que hemos compartido.

Acá nos hemos invitado a transitar las culturas, una mirada que profundiza en la coherencia interna o, lo que es  nlo mismo, la unidad interna, la que se refiere el pensar, sentir y actuar en la misma dirección, y de la mano de la coherencia externa, que pone como parámetro en nuestra relación con todo el mundo la regla de oro que reza: “Trata a los demás como quieres que te traten a ti”.

Voces profundas nos llegan, manifestando que:

-El dolor y el sufrimiento que experimentamos los seres humanos retrocederán si avanza el buen conocimiento, no el conocimiento al servicio del egoísmo y la opresión.
-Sí, el buen conocimiento que lleva a la justicia.
-Sí, el buen conocimiento que lleva a la reconciliación.
-Sí, el buen conocimiento que lleva, también, a descifrar lo sagrado en la profundidad de la conciencia.

Es por ello, invitarnos en ámbitos como este, a que:

-Consideremos al ser humano como máximo valor por encima del dinero, del Estado, de la religión, de los modelos y de los sistemas sociales.
-Impulsemos la libertad de pensamiento.
-Propiciemos la igualdad de derechos y la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos.
-Reconozcamos y alentemos la diversidad de costumbres y culturas.
-Nos opongamos a toda discriminación, intolerancia, xenofobia y racismo.
-Consagremos la resistencia justa contra toda forma de violencia física, económica, racial, religiosa, sexual, psicológica y moral.

En este tiempo de Convergencia de las Culturas y la Acción Noviolenta, mostramos que, así como nadie tiene derecho a discriminar a otros por su religión o su irreligiosidad, reclamemos para quien lo considere, el derecho a proclamar la espiritualidad y creencia en la inmortalidad y en lo sagrado. 

Hoy se manifiesta otra espiritualidad, que  no es de la superstición, de la intolerancia, del dogma, de la violencia religiosa; es la espiritualidad que ha despertado de su profundo sueño para nutrir a los seres humanos en sus mejores aspiraciones.

Es todo un camino a perdonar, a reconciliar y a persuadir.
Es por ello esa invitación constante a dar creciente cumplimiento a esa regla, mencionada al comienzo, que nos recuerda en todas las culturas, tratar a los demás como queremos ser tratados.

Hoy, con la Paz mental y la Fuerza que nos da Alegría y convicción, nos despedimos hasta el próximo encuentro, un hasta pronto, con un primer paso: compartiendo con las personas más cercanas todo lo grande y bueno que nos ha ocurrido.

Paz, Fuerza y Alegría para todo el mundo.

Nota: Esto es un texto libre basado en la Ceremonia de Reconocimiento del libro El Mensaje, de Silo.