Las penurias de las empleadas de hotel en Canarias
Extraordinario reportaje de Rebeca Paniagua en EL MUNDO, que digo yo que cumple dos objetivos. Uno, le vuelve a dar por los besos a los hoteleros que, capitaneados por el embustero Jorge Marichal, presidente de ASHOTEL, mienten como bellacos protestando que cumplen con sus responsabilidades en materia laboral. El otro objetivo es que revela la explicación del misterio de que un destino que recibe 13 millones de turistas al años, no sea capaz de generar empleo, ni en cantidad, ni en calidad. La clave se llama abuso laboral. Y yo, Chema Tante, volveré a gritar que todo esto se debe al concepto de turismo masivo, apoyado en la sobreoferta alojativa que hay que cubrir con bajos precios. Bajos precios que solamente sostienen el beneficio empresarial por la vía de expltar al personal y atender a los y las huéspedes con artículos importados de ínfima calidad.
"Se ha impuesto la moda del dos por una. A los empresarios les sale más rentable; dos limpiadoras por cuatro horas les rinden mucho más. Mientras en una jornada de ocho horas una empleada puede hacer unas 17 habitaciones, a las que trabajan a media jornada les asignan 12 o 13. No me extraña que haya bajado el paro en la hostelería, Se valen de que vamos a aguantar lo que nos echen. Sabemos que a la que abre la boca no se le renueva".
Rebeca indica en su artículo que el turismo dejó en 2014 en las islas 12.444 millones de euros. Pero yo apostillo que la mayorísima parte de esos fondos salen inmediatamente para fuera, para pagar las facturas de los géneros y el combustible importados. No hay que mirar la cifra de ingresos, sino la del resto ínfimo que queda después de pagar.
http://www.elmundo.es/economia/2015/02/09/54cf920be2704ef72f8b456e.html