El problema no es que sean ricos, sino riquísimos, ineficientes y a costa de los demás, Juan Torres López en NUEVA TRIBUNA y PÚBLICO. Los efectos de la pandemia podrían ser conjurados con una parte de esa riqueza. comenta Chema Tante
Juan Torres López en NUEVA TRIBUNA y PÚBLICVO nos recuerda esta desgracia tan perniciosa para la Humanidad . Lo señala Francisco Morote, de Attac Canarias. Y yo, Chema Tante, recuerdo que esta pandemia económica es más grave que la sanitaria, porque es causa esencial de sus estragos. Y que tanto Morote, como muchos otros, como Federico Aguilera Klink o yo mismo, llevamos años denunciando como una poca gente, en Canarias, en España y en el mundo acapara la riqueza en sus manos y gestiona, con las personas del poder político a su servicio, las empresas y los gobiernos de una manera estúpida y suicida.
Los efectos de la pandemia podrían ser conjurados con una parte de esa riqueza. comenta Chema Tante *
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El coste y la bárbara irracionalidad de la desmesurada concentración de la riqueza de nuestros días se percibe con un simple dato sobre la mayor fortuna del planeta, la que posee el dueño de Amazon, Jeff Bezos: su riqueza ha aumentado en 74.000 millones de dólares del 18 de marzo al 7 de diciembre de este año 2020. Eso quiere decir que si ese incremento de ingresos para él solo se hubiera repartido entre todas las personas que emplea Amazon en todo el mundo, poco más de 1,2 millones, cada una de ellas hubiera recibido unos 62.000 dólares mientras que Bezos hubiera seguido siendo ahora en diciembre igual de superrico que hace nueve meses.
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