23-F de 2021, cuarenta años ya ¿de un vodevil? - por Erasmo Quintana
23-F de 2021, cuarenta años ya ¿de un vodevil? - por Erasmo Quintana *
Al cabo de tanto tiempo transcurrido, y el avatar truculento, escandaloso, del hoy rey Emérito, ha aparecido la sospecha de que él mismo estaba “en la pomada”, que todo fue diseñado en La Zarzuela y lo presenció entre bastidores. La razón que nos hace creer que nada de aquello fue verdad, es que necesitaba un gesto importante y “valiente” que lo hiciera acreedor, por méritos propios, de la Jefatura del Estado que le había “regalado” el dictador Francisco Franco. De modo fue que, a partir de este vodevil, su figura alcanzó cotas inimaginables ante el pueblo español, convirtiéndose en la figura más respetada e intocable por todos los medios de comunicación de la incipiente y posterior consolidada democracia. Ello hizo -creemos- que se endiosara tanto. Además de su condición de inviolable (podía y puede violar la Ley, que no se le puede poner ante un juez), y lo que hizo siempre fue hacer lo que le plugo cuantas veces le dio la real gana.
Los mass media se han hecho eco recientemente de que este Gobierno de coalición pretendía revisar la inviolabilidad del actual rey Felipe VI. Si no ha sido capaz de meterle mano a la Ley Mordaza, la Reforma Laboral, regular los alquileres en tiempo de pandemia y tantas otras cosas que hay que abolir en esta mal llamada democracia plena, ya nos daba en las mientes que todo se iba a convertir en agua de borrajas. Como así ha sido. PSOE, PP, C's y VOX han votado a favor de mantener ese privilegio real. Un gobierno timorato y acomplejado porque gobierna con un partido, Unidas Podemos, esos que recogieron los principios fundacionales precisamente del mismo PSOE, muy poca credibilidad tiene ya. La poca o ninguna química que hay entre los miembros del Gobierno y la crispación huraña de los ministros socialistas con sus socios, creyéndose que son superiores a éstos, además de enredarse en la telaraña que teje sibilina e interesadamente los de la derecha y ultraderecha, propalando el mensaje de desprecio a los miembros del Gobierno, no tiene justificación y encaje razonable.
Si el PSOE hace algo que tenga que ver con la izquierda es gracias a que Podemos se lo impone; de ahí que la “vieja guardia” socialista rechaza que Pedro Sánchez gobierne con el equipo de Pablo Iglesias. Porque son todos, ¿eh?, Felipe González, Alfonso Guerra, José Bono, Rodríguez Ibarra, Corcuera, etc.
¿Éstos pertenecían a otro Partido Socialista, que no es el de ahora? Herederos del Régimen del 78, montado bajo el miedo que anidaba en los contemporáneos por una paz del terror y la persecución propia de la Dictadura, pasaron por las horcas caudinas, y tan contentos porque podíamos votar. Por ello afirman que disfrutamos de una democracia plena, de las mejores del mundo. Lo cierto es que en la llamada Transición política
El golpe de Estado del 23-F de 1981, ocupando el Parlamento de los Diputados el teniente coronel, Antonio Tejero, y un número regular de Guardias Civiles armados, hizo rehén a toda la clase política del más alto nivel, cuando se votaba al candidato Calvo Sotelo por renuncia de Adolfo Suárez. Hoy, cuarenta años después, el hecho y la posterior intervención televisada del rey Juan Carlos I, sigue siendo para nosotros un misterio. Hay documentos “clasificados” (escondidos) que narran todo lo acontecido y los promotores de ese 23-F. ¿Qué se quiere ocultar y no sepan los españoles? Esto es la Democracia Plena. Hay que buscar la verdad hasta encontrarla; luego se podrá hablar con propiedad.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana