Entre dos aguas y un exiguo timón - por Ros Marí Baena García
Entre dos aguas y un exiguo timón - por Ros Marí Baena García. Activista de "Otra educación pública es posible" y directora del CEIP CAIDEROS *
Capaz, este no es el título más idóneo para un artículo sobre el cambio de paradigma educativo en el que estoy inmersa desde hace cinco años, pero es como lo siento en este momento.
Ahora que estamos recogiendo las aulas, vacías de risas y palabras, nos toca recoger nuestras experiencias para llevarlas a una reflexión productiva que nos permita continuar el viaje.
Las actividades que realizamos nos ayudan a ser competentes en todos esos estándares de evaluación que nos sugiere la Ley Canaria de Educación (recurrida por el gobierno del estado, pero la mejor que se ha planteado, hasta ahora, en Canarias) y sobre todo competentes para ser feliz sin renunciar a desarrollarnos como seres humanos. Pero entre dos aguas nos vemos las familias y los docentes que estamos realizando ese salto paradigmático, que muchas veces parece al vacío, cuando la administración y este sistema social, diseñado para la competitividad, obviando el fracaso escolar por hastío del alumnado que no disfruta con lo que se hace en los Centros de Educación, prima una enseñanza que poco tiene que ver con las necesidades actuales de nuestras hijas e hijos. Es un estar entre dos aguas si además lo que priman son los centros masificados donde el profesorado apenas puede ejercer su profesión con calidad por la obligada masificación. Estos centros que no ofrece más posibilidades que ser un mero gestor de editoriales y tiempos escasos para desarrollar un aprendizaje con seguridad. "Es la educación del aprendizaje de los cuarenta y cinco minutos y compartimentada".
Cada final de curso me pregunto en qué puedo mejorar, pero este curso me han asaltado otras más voraces y son: ¿de verdad nuestros niños y jóvenes se merecen lo que estamos haciendo con un periodo tan importante de sus vidas? ¿Es tal la ceguera que no nos permite ver lo evidente? Yo por mi parte seguiré regalando motivos para aprender desde las risas, desde la admiración a la naturaleza, a la oportunidad para que sean capaces de construir un mundo mejor, ese que no pudimos construirles nosotros, aunque sigamos pensando que "todo lo que hacemos es por el bien de ellos". Ojalá que además seamos muchos más (alumnado, familias, docentes y administraciones) los que agarremos con fuerza este, por ahora, exiguo timón que llevamos muchas familias y docentes y sea inevitable esa máxima de: "Otra educación pública es posible".
Ros Marí Baena García. Activista de "Otra educación pública es posible" y directora del CEIP CAIDEROS
* En La casa de mi tía por gentileza de la autora