Aldovrando se encuentra con unos burros - por Daniel de Cullá
Aldovrando se encuentra con unos burros - por Daniel de Cullá
Yo no me explico, se dice Aldovrando, cómo estos números del orden y represión, no se unen a las marchas del pueblo llano y en vez de defender la nebulosa de la democracia y sostener a Caco y a ese conjunto de estrecheces llamado Pesebre, salen en defensa de la Dignidad de un pueblo, contribuyendo a la victoria y socorriendo al ciudadano, no pisoteándole.
Al pasar no muy lejos del Congreso, oye a alguien que comenta: “ved allí, a los reznos, larvas de garrapata que viven parásitos y que lo único que saben hacer es la rosca, echarse a dormir en cualquier parte, aunque sea incómodamente”.
Otro, recordando al nuevo zar ruso, dice que “los Gigantones” siempre usarán la fuerza del mal y el bélico clamor de las armas para realizar sus deseos de matar, reprimir y subyugar. Este, de rota batida, se ha anexionado Crimea; el otro, de mal perder, llena los países que pisotea, de crimen y oprobio.
Mirando al cielo de Madrid en el que nunca hay estrellas, le pregunta a un manifestado que si él cree que estas manifestaciones servirán de algo, pues han sido tantas y todas se las han pasado los Molosos por el forro del sobaco de mono que les impregna y embellece. El le dice que sin jactancia, a mi modestia, él cree que sí. Que es la legítima de nuestros abuelos generosos y nobles que mandaron a los Burros al cielo, y al ser humano, Hombre y Mujer, les indicaron el punto fijo de su sitio en la Tierra y su puesto, no maniatados, ni emborrachos de corona y cetro.
Sin jactancia, esta ha sido una manifestación de las mejores, con verdadero sentido de dignidad y fraternal salero, aunque siempre, y al final, la legitimidad del gobierno sea esperar a maniatar y apresar sus hijos, y hacerles como en aquel entonces por los Molosos tan deseado, de “ir, cogerles y caparles” haciendo dogma con la iglesia tal barbarie. Y, para colmo, siempre tienen suerte, pues se les aparece la virgen de tejas abajo, o se les muere un hombre bueno, que su heredad la tiene en el cielo, no como ellos que las tienen en las Islas Caimán, en Suiza, o en el Delta del Ebro.
El manifestado le para, y le dice que si la democracia no es generosa y noble, y perdona a sus jóvenes sus diabluras cometidas, además, por nobles y solidarias causas, es que hay muchos Burros en este suelo, A la opinión del pueblo yo me atengo, y no a la maldiciente prensa, que su dicha es lograr que su Rebuzno les saque con bien y con regalos, dando chasco y buen chasco al pueblo.
-Daniel de Cullá