Ángel Víctor Torres, la constatación del fracaso autonomista - por Alejandro José, activista *

Se nos vendió por victoria lo que era una clara derrota, pero aceptamos porque "la alternativa (seguir con el régimen franquista y su centralismo extremo) era peor". La autonomía fue engalanada con ínfulas de modernidad y progreso, prometiendo una integración plena en la afamada Comunidad Europea y llevarnos "al primer mundo". Hoy por hoy, la realidad aplastante tiene a la autonomía moribunda y apunto de estallar, si es que no lo hizo ya en 2020 con la llegada de la pandemia. Ni sirvió, ni sirve, ni servirá.

El ejemplo perfecto para poder dilucidar hasta que punto a fracasado el modelo autonómico en la nación canaria (que se asusten los fachas si quieren, hasta la Constitución del 78 nos reconoce como tal) es Ángel Víctor Torres, ese presidente sucursalista que toca la sinfonía que le indican con la batuta desde Madrid. Sus últimas declaraciones, al respecto del conflicto en Ucrania, lo dicen todo: Anda más ocupado en meterse en jardines que ni entiende ni le atañen que en realizar una política profunda de reconstrucción y reconversión en Canarias. Su única política hasta ahora es llevar a cabo lo que le indican desde Madrid (o Bruselas, según el caso) y ponerse el traje de victimista, de llorón.

¿Que Marruecos amplía las aguas hacia Canarias, amparándose en el derecho internacional? Lloro y pataleo, porque, ¿para qué exigir a Madrid la soberanía necesaria para delimitarlas nosotros e informar a las canarias y canarios de tamaña situación?.
¿Que España está permitiendo el saqueo del banco pesquero canario-sahariano y destrozando lo poco que queda de la flota pesquera canaria? Mutis por el foro.
¿Que la Unión Europea nos convierte en una cárcel para las personas migrantes que llegan del continente y España muestra una tremenda insolidaridad en la acogida? Lloro y pataleo.
¿Que las medidas durante la pandemia las estuvo y está marcando en gran medida la patronal hotelera? Mutis por el foro.

Ese es Ángel Víctor, ese es el fracaso autonómico. Ni estamos integrados en la Unión Europea (pertenecemos a la Unión Europea, que parece lo mismo pero no lo es), ni España ha dejado de ser nuestra metrópoli (no somos España, pertenecemos a España) ni se hace política para y por Canarias, para acabar con el monocultivo turístico y agrícola, el caciquismo político y empresarial, la pobreza crónica, sistémica, con 900.000 familias sufriéndola, 325.000 de las cuales lo hacen de manera severa, así como la falta de soberanía nacional y popular que adolece este pueblo desde hace siglos. Sino, que le pregunten a los vecinos y vecinas de La Palma, a ver qué opinan de la actuación del gobierno canario hasta la fecha, de sus procederes, declaraciones y (nulas) exigencias al gobierno "central".

Si Ángel Víctor, última guinda del pastel colonial en Canarias, anda tan preocupado y sentido por los conflictos armados del mundo, tardando está en decirle a España que, como ya dijo el pueblo canario en 1986, la OTAN no tiene cabida en esta tierra y exigir que dejen de convertirnos en uno de los puntos más militarizados del planeta, cosa que además va en aumento como así constatan el Instituto Español de Estudios Estratégicos  y el Ministerio de Defensa (¿cómo dijeron estos últimos en 2013? ¡Ah sí! "dar un impulso a la cultura militar en Canarias en colaboración con las Universidades"). Y si anda tan preocupado con los derechos humanos y su cumplimiento, los desahucios no bajan de 3000 al año en el archipiélago desde 2013 y tenemos campos de concentración con cientos de personas hacinadas en pésimas condiciones... Canarias está deseosa de que se cumplan los DDHH, espabile.

* Gracias a Alejandro José