Aznar, el nuevo Moisés - por Carlos Sánchez Ortega
La necesidad de distraernos para seguir sangrándonos, lenta e inexorablemente, de este gobierno inepto, cruel y cínico es tan perentoria que no dudan en recurrir al esperpento y al surrealismo más penoso...
La necesidad de distraernos para seguir sangrándonos, lenta e inexorablemente, de este gobierno inepto, cruel y cínico es tan perentoria que no dudan en recurrir al esperpento y al surrealismo más penoso.
Tanto es así, que no han dudado en rescatar la momia de Aznar para servir de alternativa a las evidentes incapacidad y mendacidad de Rajoy.
Lo peor es que no le hagan ascos a cualquier fórmula, y eso incluye al iluminismo religioso (Mahoma no debe ser el único profeta) para tener abierta la puerta a un fundamentalismo a imagen y semejanza del que ha convertido a Oriente Medio en un infierno y al resto del mundo en víctimas colaterales.
Puede que considen que exagero, pero si quieren comprobar porqué lo digo, no tienen más que leer este párrafo del libraco de las "Memorias I" de Aznar. Lean, lean, no tiene desperdicio:
« Salí de allí, envuelto en llamas, y pensé: ¿cómo es posible que haya sobrevivido?
Nadie se lo explicaba. Los médicos no encontraban una respuesta, tampoco mi personal de seguridad. A todo el mundo le pareció… milagroso.
Esa noche soñé con Dios. Era una luz, no tenía rostro, pero sí voz. Me iluminó con su haz y me dijo:
“JOSE MARI, SI TE HE SALVADO ES PORQUE TE NECESITO VIVO PARA QUE LIDERES A LA HUMANIDAD”.
Me dijo un par de cosas más, pero son personales. Aquella experiencia me cambió, por supuesto. Desde entonces soy mucho más humilde.»
Y lo peor es que el título del libraco amenaza con continuar.