El baile de la Berlina - por Juan García Luján

SOMOS NADIE

TIEMPO DE CANARIAS

Por si usted no lo sabía, en el año 2023 los turistas alemanes facturaron en Canarias 3.635 millones de euros, un 21% de dinero más que en el año 2019. Yo soy de letras, pero si dividimos esos 3.685.000.000 entre los 2.000.000 de ciudadanos y ciudadanas de Canarias, me sale a 1817 euros por cabeza. Pues a mí me pasa como con las mascarillas, no me tocó nada.

Estos días se celebra la ITB de Berlín. Entre cargos políticos del gobierno canario, cabildos, ayuntamientos, asesores, periodistas… el turismo canario en Alemania aumentará una barbaridad esta semana. Esos viajes, hoteles y fotos a la feria turística los pagamos con nuestros impuestos. A mí me parece bien, mientras están en Alemania pasando frío no están aquí comprando mascarillas y a lo mejor nos ahorramos algo. Pero, oiga, que al menos cuando se haga caja a final de 2024 me den 100 ó 200 eurillos de los 1.817 que me correspondería por la facturación que dejan los guiris alemanes, perdón por la redundancia.

El objetivo de las excursiones  a  Berlín de nuestros políticos  y empresarios turísticos es que vengan más alemanes. Los discursos de políticos de derechas, izquierdas, centro y mediopensionistas coinciden, todos cantan la misma canción: “todos queremos más, todos queremos más”, aunque para que la cosa quede ambientada en la capital alemana le ponen la música del baile de la Berlina.  En los medios nos apuntamos a la fiesta y celebramos que en enero se batió el récord histórico de llegadas: nos visitaron 1.321.100 turistas extranjeros.  

Jafar Jafari, uno de los académicos de investigación turística más reconocidos del mundo,  profesor en Estados Unidos y creador del Laboratorio de Investigación y Documentación Turística, decía hace unos años en una entrevista que le realizaba la periodista Marta Cantero que “el número de turistas que se está alcanzando debe llevar a Canarias a abrir una reflexión sobre dónde está el límite, porque sus recursos naturales no son ilimitados. Creo que Canarias debería tomar la decisión de no desarrollar mucho más su industria turística. Y el turismo tiene además que comenzar a tener en cuenta su impacto sobre la población local”.

En la misma entrevista el profesor llamaba la atención porque “se analiza, se indaga y se mide el grado de satisfacción del turista de cada destino. Pero no nos preocupamos ni nos ocupamos apenas de medir el nivel de satisfacción de los residentes. No se les pregunta ni se toman medidas para determinar si están o no satisfechos con la actividad turística”. El profesor había participado en un foro de Turismo en Canarias y, decía en la entrevista, que había querido plantear la pregunta de los límites al turismo en unas islas de territorio limitado, pero no encontró interés a su planteamiento entre las autoridades.

  En Canarias no se quiere debatir sobre límites ni sobre modelo turístico. Mientras la gallina de los huevos de oro siga poniendo huevos que recogen los mismos  y que enriquecen sobre todo a empresarios foráneos, no se permite el debate.  El movimiento ecologista lleva más de dos décadas defendiendo que se haga este debate, pero no se permite, los ecologistas son tratados como perroflautas, como antisistemas, como agentes de la turismofobia.

A veces se invita a los foros a un profesor como Jafar Jafari, pero, como él mismo denunció, si se le ocurre hablar de límites o de fragilidad del territorio, pues no se le hace ni puñetero caso. Así estamos, mientras pasa desapercibida la denuncia que hace poco hizo la adjunta de Igualdad de la Diputación del Común, hace cinco años que la Diputación del Común emitió un informe sobre la situación de precariedad laboral de las camareras de piso, las que limpian las habitación donde vienen los turistas que baten récords, y según la adjunta de Igualdad “estos cinco años no se ha hecho nada para revertir la situación”.  Así estamos, mientras en Alemania estos días nuestros representantes políticos y la patronal  que los dirige bailan juntos el baile de la Berlina que, como saben,  vino del mismo lugar de donde vienen los turistas. Propongo esta letra: “En la mar se crían lapas, en los charquitos burgaos, en Canarias adoramos, al turismo masificao”. Tschüss!

@juanglujan

Este artículo también se publicó en el diario Tiempo de Canarias

* Gracias a Juan García Luján

https://juanglujan.wordpress.com/2024/03/10/el-baile-de-la-berlina-juan-g-lujan/

https://tiempodecanarias.com/opinion/politica/el-baile-de-la-berlina