Bancos y farmacéuticas, del atraco perfecto a los beneficios asesinos: el derecho constitucional al saqueo - por Federico Aguilera Klink
Bancos y farmacéuticas, del atraco perfecto a los beneficios asesinos: el derecho constitucional al saqueo - por Federico Aguilera Klink *
INTRODUCCION
El funcionamiento de las Corporaciones que mostraba Galbraith ya en 1973…
“…la corporación moderna controla los precios y los costes, organiza a los proveedores, persuade a los consumidores, guía al Pentágono, configura la opinión pública, soborna a los políticos y es, de otras maneras, una influencia dominante en el Estado”.
“Lo que necesita (la gran corporación) en materia de investigación y desarrollo, obras públicas, apoyo financiero de emergencia, socialismo cuando las ganancias dejan de ser probables, se transforma en política pública … Sus intereses tienden a convertirse en interés público”.
Galbraith, Anales de un liberal impenitente. 1973
La contundente calificación de Stiglitz a ese funcionamiento…
“La llamada economía de mercado autorregulado puede evolucionar hacia un capitalismo mafioso -y hacia un Sistema politico mafioso- una preocupación que, desgraciadamente, se ha hecho real en algunas partes del mundo”.
J. Stiglitz. 2001. Prólogo a La gran transformación, de Karl Polanyi
¿Y AHORA: DÓNDE ESTAMOS?
https://www.theatlantic.com/magazine/archive/2009/05/the-quiet-coup/307364/
https://consortiumnews.com/2021/01/30/3-card-monte-wall-street-style/
Es interesante ver cómo la situación es similar pues se trata de reconocer el derecho constitucional de saquear a la economía y a las personas. Esta es la clave y este es el modelo de negocio por todo el mundo “civilizado y democrático”. Con las farmacéuticas pasa igual, como estamos viendo en Europa, con una UE a su servicio.
Su lectura es muy útil para entender lo que está ocurriendo actualmente con el tema de las vacunas y el poder que tienen las farmacéuticas para exigir miles de millones de subvenciones públicas e imponer contratos y condiciones muy perjudiciales para el interés colectivo y para la vida de millones de personas, como rechazar cualquier tipo de responsabilidad por daños derivados de esas vacunas
o para cobrarlas varias veces a precios arbitrarios, como indica el eurodiputado Belga, Marc Botenga.
Esto es exactamente tener poder mafioso pues las farmacéuticas imponen sus reglas de juego, las pueden cambiar durante el partido y las pueden violar impunemente, y no a los pequeños consumidores sino a la UE que, obviamente, muestra qué es exactamente la UE y a quién sirve.
https://consortiumnews.com/2021/02/01/how-big-pharma-pursues-killer-profits-at-americans-exspene/
(Es muy llamativo, para quien lo quiera comprobar, ver cómo el traductor de Google traduce “killer profits” por “beneficios increíbles”. Así se manipula todo).
De acuerdo con Wilkins, que cita un estudio sobre el comportamiento “empresarial matonil” de las farmacéuticas, titulado “Beneficios asesinos: cómo las adquisiciones de las grandes farmacéuticas destruyen la innovación y perjudican a los pacientes” (Aquí el traductor de Google sí traduce correctamente), hay tres aspectos, como mínimo, a destacar:
Las grandes compañías farmacéuticas no son responsables de la mayoría de los avances importantes en nuevos medicamentos. Más bien, la innovación se impulsa en las pequeñas empresas, que a menudo se derivan de la investigación académica financiada por los contribuyentes. Estos pequeños laboratorios son luego comprados por firmas gigantes después de que han asumido el riesgo necesario para desarrollar un fármaco de gran éxito;
En lugar de producir medicamentos que salvan vidas para enfermedades con pocas o ninguna cura, las grandes compañías farmacéuticas a menudo se enfocan en cambios pequeños e incrementales en los medicamentos existentes con el fin de acabar con las amenazas genéricas a sus patentes monopólicas otorgadas por el gobierno.
Las fusiones en la industria farmacéutica han tenido un efecto negativo general sobre la innovación, tomando la poca competencia que existía en la industria y destruyéndola por completo.
Si completamos el comportamiento mafioso de las farmacéuticas (y bancos) con el empresarial-matonil, podemos ver con claridad que el contexto no es otro que el del derecho al saqueo y el secuestro de la democracia, por mucho que nos dejen jugar a las elecciones y al teatro parlamentario, quizás por eso se usa con tanta frecuencia la expresión “Trámite Parlamentario”.
En Canarias los “grandes empresarios” también tienen reconocido su derecho al saqueo de la economía y de los contribuyentes gracias a la RIC, la famosa Reserva de Inversiones de Canarias, que les permite no pagar una parte muy elevada de sus impuestos. La cuestión a plantear, tal y como hace el eurodiputado belga Marc Botenga, refiriéndose a las farmacéuticas, es ¿Por qué las empresas cuya investigación, desarrollo y capacidad productiva se financia con fondos públicos siguen siendo de propiedad privada?
Y, aplicada esa pregunta a Canarias, la pregunta es que si los empresarios se financian con fondos públicos, es decir, con impuestos que sí deberían haber pagado ¿Por qué la propiedad de sus empresas sigue siendo privada?
Y luego, estos mismos que hacen políticas antisociales de ultraderecha, al plegarse al poder de las corporaciones, nos asustan con que viene la ultraderecha…
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Federico Aguilera Klink