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viernes, 26 de abril de 2024 00:19h.

Que los bolardos no sigan invadiendo las ciudades - por Manuel Zarrabeitia, discapacitado

Los bolardos, en modo alguno, están previstos en los textos legales de Tráfico R.G.C. y Ley de Tráfico, Circulación y Seguridad Vial, para no invadir y aparcar los vehículos en los espacios públicos de las personas y sí, están previstas las señales legales y las sanciones a los infractores. En los referidos textos legales ni siquiera se menciona la palabra bolardo.

Que los bolardos no sigan invadiendo las ciudades - por Manuel Zarrabeitia, discapacitado
 
 Los bolardos, en modo alguno, están previstos en los textos legales de Tráfico R.G.C. y Ley de Tráfico, Circulación y Seguridad Vial, para no invadir y aparcar los vehículos en los espacios públicos de las personas y sí, están previstas las señales legales y las sanciones a los infractores. En los referidos textos legales ni siquiera se menciona la palabra bolardo.
 
Si partimos de la base de que un bolardo es un obstáculo físico y los obstáculos físicos están prohibidos toda la vida en los espacios públicos, resulta una incongruencia que con los bolardos, precisamente, se vaya a impedir el paso de vehículos y aparcar en las aceras y zonas peatonales, es decir, prohibir el paso instalando bolardos que son obstáculos físicos prohibidos, como si se pusieran piedras o bloques de cemento. Está claro que los bolardos son ilegales, o ¿acaso han sido derogadas las señales y las sanciones a los infractores?
 
No hay duda de que los bolardos encubren una malversación de fondos públicos, incluso una auténtica prevaricación. ¿No lo es, si una hilera de bolardos no se sustituye por una raya continua blanca de igual longitud, cuya raya continua no se puede rebasar, sería una infracción muy grave? Se evitaría el costosísimo gasto de los bolardos y su instalación. Pues tienen que eliminarse miles y miles de hileras de bolardos que nunca debieron de instalarse en las ciudades, bastaría la referida sustitución y aplicar las sanciones a los infractores y se aportarían importantes ingresos a los fondos públicos, no haría falta instalar bolardos. ¿Es que con la crisis que nos agobia, las ciudades van a seguir gastando millones de euros en bolardos ilegales? Si los bolardos fueran legales, ¿cómo es posible que no hayan sido previstos en los textos legales de Tráfico en los que, como antes decimos, ni siquiera está mencionada la palabra bolardo?
 
Además, otra razón importantísima para su eliminación es que incumplen las normas vigentes en favor de las personas, son un abuso y desprecio, sobre todo, de los invidentes y discapacitados. Creemos que el Ministerio del Interior conocerá bien el caso de Madrid capital, publicado en medios informativos, con más de 500.000 bolardos, la capital europea más invadida de bolardos ilegales. ¿Guinness de obstáculos físicos a invidentes y discapacitados en los espacios públicos?
 
Los argumentos expresados son, indudablemente, irrefutables, ¿Qué más habrá que decir para que el Ministerio del Interior vista la ilegalidad de los bolardos promueva una disposición de carácter nacional y se aplique en todo el ámbito de ciudades españolas para evitar que los bolardos ilegales sigan invadiéndolas?
 
Fdo. M. Zarrabeitia
 
Manuel Zarrabeitia Edilla