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lunes, 29 de abril de 2024 21:58h.

Botín nos cuida - por Antonio Cabrera de León

 

FR ACDL

Botín nos cuida - por Antonio Cabrera de León *

SANTANDER BOTÍN

Ha dicho Ana Patricia, que si el gobierno impide que la banca le suba la cuota de la hipoteca a la gente corremos el riesgo de crear "una cultura de no pago de hipotecas" y que ello acabará por “expulsar del mercado a los vulnerables.” No descansa esta mujer, siempre pensando en los pobres y en la cultura. Aún recuerdo que hace un par de años, ella siempre ayudando, declaró que si el gobierno creaba un impuesto a la banca pensaría en irse del país.

No le preocupa a Ana la cultura bancaria de crear inmensas burbujas financieras, quebrar los bancos y que lo paguen los gobiernos, es decir, nosotros. Sobre eso ella no hace declaraciones. Su banco nunca contribuyó a la especulación inmobiliaria, nunca concedió hipotecas a gente que no podía pagarlas, ni en cantidades que superaban el coste y el precio de la vivienda hipotecada.

Hay gente que nace banquera. Oye, que su mérito es nacer. Luego ya si eso hereda un banco y hace declaraciones sobre la meritocracia y la cultura del esfuerzo, y se preocupa por los vulnerables. Por ejemplo, ella no permite que su banco de Santander le venda ni una sola vivienda a un fondo buitre de esos que asfixian a las familias multiplicando los alquileres. Ana jamás ha desahuciado a una familia que no pueda pagar su hipoteca. Buena es ella para dejar a un niño en la calle. Ni siquiera ha despedido a un solo trabajador de los miles que heredó, ni ha cerrado una oficina. Y ella no se mete en política, ni compra medios de comunicación que protejan sus intereses. Un ejemplo de banquera.

A Ana le preocupa que pensemos en limitarle a la banca las ganancias por el pequeño detalle de que hayan obtenidos su máximo beneficio histórico cuando las familias viven angustiadas por la inflación. Pero lo hace por nosotros, no pensemos otra cosa. Es injusto subirle los impuestos a tan abnegada trabajadora. Su esfuerzo ha sido máximo: toma el dinero gratis que le regala el banco central europedo y nos lo presta a un precio cada vez más caro porque el europedo ése sube el euríbor, aunque a ella se lo sigue dando gratis total.

Tenemos que entenderla. En el nivel de privilegio en el que vive Ana sólo viven los reyes. Por eso, como ellos, nos explica con campechanía que “la ley es para todos”. Ella vio como su papá, para poder cumplir la ley, hizo que el tribunal supremo, que no acierta a interpretar si puede rebajarse la pena de un violador, estableciera que tener unos miles de millones en un paraíso fiscal no era delito si te llamas botín. La misma Ana usó en 2018 el teléfono del supremeo para rectificar en pocas horas la sentencia (¿estarían borrachos los del supremo ese día?) que pretendió repercutir a la banca el impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas. Gracias a ella no caímos en “la cultura del no pago.” Es nuestra Salinger, nuestra “Guardiana entre el supremo.”

No sé yo si tendrá alguna relación con Ana, pero en Holanda el 38% del total de las viviendas son para alquiler social (en España el 1%). No sé si Ana tendrá algo que ver pero los jóvenes europeos se emancipan a los 20 años (los españoles a los 30). Ana hace lo que puede, pero si ella nos ofrece viviendas e hipotecas y no somos capaces de comprarlas es culpa nuestra ¿Solución? Deja de ser pobre, imbécil. Que ya ni tienes niños y ahora resulta que a finales de este siglo los españoles sólo seremos 21 millones. Pobre Ana, así no hay quien pueda.

* Gracias a Antonio Cabrera de León

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA
mancheta ene 23