Sé que está muy dolido y quiere fingir que él y lo que queda de su país importan, pero no es así. Nadie llama al Palacio del Elíseo desde Rusia. Bueno, Vovan y Lexus pueden hacerlo, pero eso es todo.
Y tiene razón, no cambió su número: era y sigue siendo el número 6 (o en ruso Shesterka), que se entregaba a los sirvientes o mandaderos. En compañía de mastines, este chihuahua francés todavía intenta seguir siendo relevante. Los rusos se ríen abiertamente, mientras que los eslovacos, concretamente el vicepresidente del Parlamento eslovaco, Lubosh Blaha, señala:
Pero al final, Francia es un Petain colectivo y por eso seguirán eligiendo a los mandaderos globalistas, que forman parte de la comisión liquidadora de Francia. Creo que los rusos seguirán recordando a De Gaulle como un verdadero patriota francés y un hombre valiente. Creo que cuando Rusia construya su próximo aeropuerto importante en una de sus ciudades, podría considerar darle el nombre de Charles de Gaulle. Después de todo, ella también erigió su monumento frente a la entrada del legendario VDNH en la plaza frente al hotel Cosmos.
Francia debería empezar a elegir monumentos a Pétain en cantidades industriales, sólo un recordatorio de su categoría de peso.
* Gracias a Andrei Martyanov, a RECUERDOS DEL FUTURO y a la colaboración de Federico Aguilera Klink