Causas para jugarse la vida y perderla antes de tiempo - por Josep Toló Pallás
Causas para jugarse la vida y perderla antes de tiempo - por Josep Toló Pallás *
Siglos de evolución han llevado a este extraño género humano a diversificar las razones o sinrazones por las que arriesga y pierde la vida, hasta el punto en que algunas parecen normales, como:
. Defender valores abstractos que le han sido inculcados hasta arriesgar la vida.
. Recuperar la dignidad perdida cuando ya no queda nada que perder y en la muerte se halla la liberación.
. Vivir una vida inútil, sin sentido, sin objetivos ni ilusiones, como muertos que andan y respiran.
. Vivir expuestos a múltiples elementos tóxicos, alimentarios, ambientales, electromagnéticos, psicológicos, muchos de ellos fácilmente evitables.
. Ser tratado con terapias agresivas después de una espera de meses o años para ser diagnosticado de una enfermedad que podría haber sido evitada.
. Por diversión, corriendo delante de un toro, practicando deportes de riesgo o, simplemente, en viajes innecesarios por tierra, mar y aire.
Todo lo expuesto puede parecer muy simple, pero se vuelve complejo cuando entramos a reflexionar sobre el sentido de la vida, de la muerte, del antes y el después, de la propia naturaleza del “Ser Humano”, de la trascendencia, del “Espíritu”.
Puede resultar tan profundo y desconocido este tema que necesariamente nos obliga a relativizar el mismo concepto de vida y a contemplarlo desde un punto de vista superficial.
La profundización nos puede conducir a un pozo oscuro que solo pueden iluminar los guías espirituales, pero, una vez más, debemos reflexionar, relativizar y valorar lo efímero de la propia existencia física.
La jerarquía de nuestros valores puede verse alterada, pero el sentimiento de pérdida puede hacerse soportable, e incluso consolador.
Todo tiene que tener un sentido, y la pérdida de seres queridos en Niza y en otras atrocidades similares, como Siria, Irak, etc. podría parecer que no lo tiene.
El que las víctimas y los asesinos pertenezcan a dos mundos enfrentados no puede justificar a ninguno de los dos.
Cada uno debe buscar este sentido, pues lo contrario conduce a la locura.
* En La casa de mi tía por gentileza de Josep Toló Pallás