La ceguera del Partido Popular - por Nicolás Guerra Aguiar
La ceguera del Partido Popular - por Nicolás Guerra Aguiar *
El diario digital Público publicó el pasado 22 las conclusiones a que llega JM&A (empresa dedicada a conocer opiniones de la sociedad) tras los sondeos realizados días atrás. El titular de su reportaje (“La crisis catalana hunde al PP en los sondeos y C's le arrebata más de un millón de votos”) destaca el impetuoso avance de Ciudadanos y otro nuevo retroceso del Partido Popular. El primero, recordemos, es el más fiel aliado del señor Rajoy: a fin de cuentas la mayor parte de sus votantes lo fue antes del PP e, incluso, muchos de sus componentes militaron en las filas peperas y se forjaron en Nuevas Generaciones.
Pero las encuestas, estimado lector, ni son verdades absolutas ni -a veces- aproximaciones a la verdad. Como se trata de averiguar estados de opinión, sus resultados dependen de muchas circunstancias (grupos sociales seleccionados, muestrario numérico… y, por supuesto, que los encuestados respondan sin mentiras). Así, frente a todos los pronósticos, en 2014 ni Podemos desapareció tras su primera reválida ante las urnas (elecciones europeas) ni los independentistas escoceses ganaron el referéndum. Y en 2016 la señora Clinton no fue elegida presidenta de EE UU y Reino Unido votó sí a la salida de la Comunidad Europea…
Por tanto, las conclusiones del sondeo aparecidas en Público sobre el retroceso del PP y el trasvase de votos a Ciudadanos no son más que eso: una encuesta, un rastreo. Pero nada contundentes ni, por supuesto, científicos vaticinios de los resultados finales si las elecciones generales se hubieran celebrado este mes. Como dicen los políticos prudentes, “La certera encuesta son las urnas”.
No obstante, y con mucha prudencia, quizás las conclusiones de JM&A podrían aproximarse a la realidad del PP. Si comparamos, el retroceso no sería nada nuevo: de la mayoría absoluta obtenida en 2011 (186 diputados) pasaría a 111, es decir, 75 señorías perdidas en seis años. Su crisis, por tanto, se acentuaría: entre los resultados de 2016 y esta encuesta ante una hipotética convocatoria, la diferencia es la evaporación de 26 diputados más. Lo cual, acaso, nos llevaría a una conclusión no disparatada: que casi el cuarenta por ciento de sus votantes de 2011 le hayan retirado la confianza significa el más rotundo de los fracasos como partido político, del cual forman parte miles de ciudadanos serios y decentes.
Decenas de personas vinculadas directamente al partido se sientan en los banquillos o están en la cárcel por tramas de robo a la hacienda pública. La señora Matos, por ejemplo, exministra del Gobierno rajoyano, fue “partícipe a título lucrativo” (viajes y fiestas gratuitos) según la fiscalía de la trama Gürtel. El exministro señor Matas deambula entre los juzgados y la cárcel. El señor Rato, exministro, fue condenado a cuatro años de cárcel por apropiación indebida… Y así hasta 65 casos de corrupción denunciados por la señora Montero –diputada de Podemos- en sesión parlamentaria. (Por cierto: incluyamos al exministro señor Acebes, por el caso Bankia; al señor Gallardón, exministro del PP, para quien Anticorrupción podría solicitar su imputación por el fraude del Canal…)
Recuerdo una estrofa de Quevedo (siglo XVII): “No he de callar por más que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o amenaces miedo”. Los versos valen ante las muy peligrosas insinuaciones del exministro de Sanidad y presidente del PP en Euskadi, señor Alonso. Según él, la Comunidad vasca dispone de "todos los ingredientes para llegar a la misma situación que Catalunya”. La responsabilidad del PP ante Dios y España es, obviamente, impedirlo. (Por cierto: lo acompañaban altos dirigentes del PP.) Y el vicesecretario de Comunicación, señor Casado, sosPPecha que el presidente Puigdemón “puede acabar encarcelado como Companys” quien, en efecto, fue detenido por la Gestapo, encarcelado por la dictadura franquista… y fusilado en España (1940).
Sí, en efecto: como Lázaro con el ciego, todos estos destacados del PP empujan a su partido para que tropiece con el poste de piedra… y se rompa definitivamente la cabeza, ya con grandes conejas.
* En La casa de mi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar