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sábado, 27 de abril de 2024 01:40h.

Cifuentes y los perros viajeros - por Mario Erre

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho saber recientemente que en su inconmensurable magnanimidad concede permiso para que los perros puedan viajar en el metro, privilegio ostentado hasta el momento exclusivamente por personas sin diversidad funcional y cerdos (estos últimos principalmente a primeras hpras de la mañana y siempre que fueran disfrazados de señores con pinta de que ir a trabajar sin el preceptivo aseo previo).

Cifuentes y los perros viajeros - por Mario Erre*

La presidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho saber recientemente que en su inconmensurable magnanimidad concede permiso para que los perros puedan viajar en el metro, privilegio ostentado hasta el momento exclusivamente por personas sin diversidad funcional y cerdos (estos últimos principalmente a primeras hpras de la mañana y siempre que fueran disfrazados de señores con pinta de que ir a trabajar sin el preceptivo aseo previo).

La magnánima sucesora de Esperanza Aguirre en la presidencia de dos de los entes más presuntamente corruptos hasta ahora conocidos en el tramo que va desde la superficie de la Tierra hasta la estratosfera (la Comunidad de Madrid y el Partido Popular de la referida Comunidad) ha establecido eso sí una serie de requisitos para que los canes puedan acceder al servicio de transporte público madrileño por antonomasia, requisitos que analizo y replico a continuación: 

  • El animal deberá estar identificado con un chip e inscrito en el registro municipal.
  • Los perros deberán viajar en el último vagón de cada tren.
  • Deberán llevar bozal y estar sujetos con una correa de una longitud que no supere los 50 centímetros.
  • No podrán acceder en las horas punta de los días laborables -de 7.30 a 9.30, de 14.00 a 16.00 y de 18.00 a 20.00 horas- y sin limitación horaria en los fines de y los meses de verano.
  • Los animales podrán acceder de forma gratuita al suburbano y cada viajero podrá llevar como máximo un animal.
  • Podrán utilizar mientras se desplazan los ascensores y las escaleras, pero no estará permitido que usen las escaleras mecánicas.

La señora presidenta exige a nuestros mejores amigos estar identificados, algo que ya solía hacer cuando era delegada del Gobierno en Madrid con los manifestantes a favor de cualquier cosa so pena de que les partieran las piernas en caso de no estarlo y a veces incluso estándolo. Esperemos que con los perritos tenga un comportamiento más canino.

 Pide la señora Cifuentes que los perros viajen en el último vagón de cada tren. ¿Pretende acaso convertir el último vagón de cada tren metropolitano en una perrera? ¿No sabe que juntando a todos es más fácil que se produzcan gruñidos, ladridos e intentos de peleas? ¿Será por eso que lo hace? ¿Para poder decir de aquí a nada que la medida fue un error y donde dije digo digo Diego?

 Los perros deberán llevar bozal. Y al cerebro que ideó esta normativa habrá que quitárselo para que piense bien. La medida puede ser comprensible en caso de rottweillers o dogos argentinos con dueños peligrosos pero el show de ver  a yorkshires o carlinos con bozal o incluso a mi perrito que tiene 15 años y le faltan los dientes va a ser tan surrealista como que el PP siga gobernando en Madrid después de todo lo presuntamente robado. En fin.

 No podrán acceder en horas punta. Vuelvo a algo ya comentado: ¿por qué los cerdos con aspecto humano sí y los perros no?

 Podrán acceder de forma gratuita…Faltaría más. Lo que ya no veo tan bien es que solamente pueda ser una persona por animal. ¿Qué pasa con las familias numerosas tan utilizadas por el PP cuando el fin es beneficioso para sus bolsillos o los bolsillos vaticanos?

 El único punto aceptable es el de las escaleras mecánicas. Probablemente por error está aquí Cifuentes  garantizando la seguridad de los canes pensando que garantiza la supuesta inseguridad de usuarios.

 Resumiendo: una bazofia de normativa, aunque algo es algo, como todo lo que proviene de esa banda organizada disfrazada de partido político a la que pertenece la antaño delegada del gobierno en la capital y alrededores.

 Habrá que ver como compensa ahora al gremio de taxistas por la pérdida de los jugosos réditos de los viajes que muchos compañeros de perros tienen que hacer a centros sanitarios caninos o al propio Hospital de Veterinaria. Seguro que algo se les ocurre. Probablemente incluso retirar esta normativa alegando lo primero que se les venga a la cabeza.

Y así estamos, señoras y señores

* En La casa de mi tía por gentileza de Mario Erre