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viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

Construir un partido socialista no es un huevo que se echa a freir - por Carlos Martínez

Los partidos son necesarios. De hecho muchas personas en nombre del anti partido y de los nuevos movimientos y el ciudadanismo, han acabado montando un férreo partido muy estructurado y disciplinado con un fuerte y reducido equipo de dirección.

Construir un partido socialista no es un huevo que se echa a freir - por Carlos Martínez, miembro de Alternativa Socialista *

Los partidos son necesarios. De hecho muchas personas en nombre del anti partido y de los nuevos movimientos y el ciudadanismo, han acabado montando un férreo partido muy estructurado y disciplinado con un fuerte y reducido equipo de dirección.

Los partidos de masas son una conquista del movimiento obrero y tienen su origen en las luchas sociales y en las asociaciones, sociedades y sindicatos obreros cuando estos entendieron que la acción politica era imprescindible para cambiar las cosas, en la escuela de pensamiento marxista, pues desde el anarquismo, se entendió de otra forma. Unos partidos entendieron esto desde la reforma paulatina y otros desde la acción combinada social y electoral, sin olvidar la huelga general como instrumento. Los partidos obreros y transformadores, en su inicio fueron todos socialistas y/o socialdemócratas, si bien todos ellos incluso el SPD alemán, con inspiración marxista y por supuesto de clase. Eran los partidos de la clase obrera.

No me detendré en los avatares ni en la ruptura de los partidos obreros a partir de 1920 fundamentalmente. Tampoco de como los partidos socialdemócratas obreros se transforman en partidos "atrapalo todo" y se hunden el el barro de la "tercera vía" aceptando plenamente una sociedad capitalista que en forma de disimulo, se comienza a llamar de mercado. El reconocimiento del mercado, pero con las reglas del mercado y la renuncia al control de la economía por el estado, marcan una absorción del sistema hacia los antiguos partidos obreros ya transformados en interclasistas y conservadores del satus quo.

El PSOE no es ajeno. Tras una resistencia histórica de Izquierda Socialista y el "guerrismo" de izquierdas o más populista, al que Guerra acabó dejando "tirado", el PSOE avanza con la sumisión de gran parte de sus bases -eso es cierto y no hay para ello, más que contar votos en comités, congresos y primarias- hacía un socioliberalismo blando. Es cierto que hay bolsas de resistencia y personas que no siendo "oficialmente" insumisas, sin embargo se resisten a abandonar los valores de la izquierda. Pero en minoría.

El PSOE siempre fue un partido de masas. Hoy transformado en un partido mixto, es decir con cuadros leales a unos aparatos que además les proveen de colocaciones y cargos públicos remunerados, que controlan a afiliadas y afiliados a los que se les hurta el debate teórico, se les priva de formación politica y se les imbuye de gestión que no de transformación o bien ya, en puras luchas por el poder de unos cuadros, frente a otros a los y las que nada entre ellos diferencia.

Sería a pesar de lo dicho injusto, no reconocer avances en materia de protección social, igualdad de genero y derechos civiles logrados con el PSOE. No deseo olvidar aquí a personas como Matilde Fernandez que hizo un gran trabajo a pesar de la situación y otras cuestiones. Pero a cambio se privatizó una gran parte del sector público y se le abrieron las puertas al neoliberalismo.

Ahora nos encontramos con un PSOE en sus más bajas cotas de debate teórico, pero por ello, sin ideas y errática. Un partido sin energías para enfrentarse a una nueva forma de entender el capitalismo cual es el neoliberalismo y sin fuerzas para enfrentarse a la dictadura de los marcados que las clases populares y trabajadoras sufren. A lo sumo algunas reformas, pactos interesados con otras fuerzas de izquierdas reales y como mucho un talante más liberal que la rancia derecha que nos pretende seguir dominando.

Ante esto lo primero que hay que constatar es que no existe ya un partido socialista "oficial" sino un recuerdo muy vago y unas siglas históricas vaciadas de contenido a conciencia. Sin embargo hay personas honradas aferradas a ellas.

La reforma del artículo 135 de la Constitución debieran haber sido la señal de alarma y de ruptura, pues fue tan grande la traición que con mucho "menos motivo" Oskar Lafontaine y Mélenchon rompieron con sus partidos socialdemócratas devenidos en ex socialdemócratas. Sin embargo en el estado español no surgió ningún Lafontaine lúcido, valiente y armado ideológicamente.

Solo un grupo de militantes de base y cuadros medios locales y/o provinciales y muy pocos, nos planteamos la ruptura en un "Lafontaine colectivo" y además buscando trabajar sin más en la construcción de la plataforma politica que agrupara a las y los socialistas de izquierda y para ello confluir con las plataformas socialistas locales o territoriales que ya existían o se habían formado de forma natural hostigadas por aparatos provincianos.

La necesidad de construir un polo socialista antineoliberal que además recuperara la tradición unitaria y frentista del socialismo de clase español era muy importante. Así nació un embrión que fue inscrito finalmente ante notario, -tras muchos meses de trabajo, agrupar personas y voluntades e incluso una presentación pública y asamblea pública posterior con Oskar Lafontaine presente y presidiendo-, el partido socialista de clase, republicano, federal, ecosocialista y feminista, el día 14 de Marzo de 2013 llamado CONSTRUYENDO LA IZQUIERDA- ALTERNATIVA SOCIALISTA.

Alternativa Socialista tal y como posteriormente tras reforma estatutaria se puede denominar, surgió solo, sin ayudas ni reconocimientos, hostigado, censurado por todos los medios de comunicación, todos, excepto algunos digitales muy comprometidos y sin personas conocidas, pero si con militantes, activistas sociales y sindicales, concejales y ex-concejales, algunos como mucho ex-diputados provinciales y un ex-director general autonómico. Personas que habíamos vivido dentro del PSOE el esfuerzo por gobernar de forma limpia y diferente y nos habíamos enfrentado a su dirección, no por motivos personales, sino ideológicos. Silencio, sacrificio, dinero de nuestros bolsillos e ilusión mucha ilusión y un sueño, el de rescatar el socialismo democrático.

Hoy Alternativa Socialista es el partido socialista republicano y transformador inscrito como socialista y con nombre socialista, que está ya presente en ayuntamientos posee contactos y grupos locales, municipales y ha concurrido a diversas elecciones, en solitario o bien en coaliciones, incluso en candidaturas de unidad popular. Un partido que sigue agrupando a colectivos territoriales y marcas locales socialistas, hartas de ser dirigidas y utilizadas en provecho propio por personas de las oligarquías profesionales provinciales o autonómicas. Personas deseosas de trabajar por sus vecinos y con sus vecinos en libertad.

Pero a pesar de nuestras equivocaciones -que seguro hemos cometido- hay un error en el que no hemos caído y es el de montar un club de debate de ex militantes del PSOE que se lamen las heridas y hablan tan solo de la enésima crisis del partido socioliberal. La voluntad de construir la izquierda ha traído entre nosotras a personas provenientes de otras izquierdas y trayectorias pero deseosas de crear algo diferente y nuevo. Un partido que encarne ya, los valores de los movimientos ciudadanos y de la nueva forma participativa y plural de entender la politica.

Pero lo que si hemos dejado claro, es que deseamos ser la pata socialista de la mesa antineoliberal y confluyente que nos lleve a derrotar al bipartidismo. Por eso buscamos la convergencia y la confluencia y estamos en los procesos de construir la unidad popular. Al tiempo que sabemos que rescatar el socialismo democrático es imprescindible para incrementar el apoyo a la unidad popular. Nostras lo hacemos desde el socialismo democrático.

Por todo esto, sabemos que organizar un partido socialista no es un huevo que se hecha a freír. Es la durísima soledad y esfuerzo del corredor de fondo.

Por eso podemos afirmar que hay un partido socialista que es socialista y no ha renunciado a los valores de Pablo Iglesias, Largo Caballero, el doctor Negrin, Olof Palme o Salvador Allende.

 

Carlos Martinez

* En La casa de mi tía por gentileza de Carlos Martínez