Coordenadas de realidad: 28,5-100. Vencer por nuestra dignidad y nuestros derechos - por Marcos Lojo

No podemos dejar que en el centro del tablero sea el circo de los de siempre. Muchísimo menos, en estas elecciones.

Que un bufón del Reino llore lágrimas de cocodrilo a miles de kilómetros para ganar en votos y encima tenga audiencia, siquiera para que le contesten, era una cosa habitual en esa política-espectáculo de antes de 2011, en un país de pandereta cuyos shows electorales a una población menor de edad les permitía impunemente seguir malversando y culpándonos por una miseria que no dejaba de seguir creciendo. Pero los ciudadanos de hoy ya no creemos en el "coco", ni en el "hombre del saco", ni en el fantasma del "comunismo" o en el de "Hugo Chávez".

Nuestros miedos son muy reales: los "hombres del saco" son los Bárcenas y los Blesa, que hicieron "caja" a costa del dinero de todos; los "cocos" son los hombres de negro que nos exigen desde la troika más sacrificios y que promete un recorte de 8.000 millones, y los fantasmas "del comunismo y de Chávez" sólo existen en las mentes retorcidas de los partidos del Régimen, que se enfrentan a una ciudadanía ya adulta que quiere dejar de pagar el precio de su crisis-estafa y recuperar sus derechos.

No cerremos esta ventana histórica que se abre: podemos vencer por nuestra dignidad y nuestros derechos.

Estamos obligados a volver a las coordenadas de nuestra realidad: la de las cajas B de los partidos del "orden", la de los desahucios, las de los miles de desempleados... La realidad de nuestras cifras, que no son otras que el 28,5% de pobreza y el 100% de la deuda pública.

Cifras entre sí relacionadas por una cuestión básica: el pago de intereses de una deuda ilegítima genera unos recortes que generan estancamiento económico, que a su vez generan más pobreza y más sufrimiento... Y si siguen ganando los mismos,esta espiral absurda será cada vez más estrecha, ahorcando con ímpetu los gaznates de nosotros, súbditos de este Estado, condenados sin juicio a una deuda infinita y a un sacrificio eterno...

¿Cuántos cadáveres más harán falta para terminar de convertirnos en una "sociedad zombie"? ¿Una sociedad que malvive sin perspectiva, de eternos parados, de trabajadores pobres, de gente deambulando sin hogar mientras miles de inmuebles vacíos las tiene unos bancos que nos quitan las casas, los ahorros... y hasta el cerebro, gracias a los medios de comunicación que financian con nuestro dinero?

Que no nos desvíen de nuestra propia miseria mostrando otras realidades por la que nunca estuvieron interesados y de las que ahora relatan con un cuento tergiversado.

Llegó la hora de borrar nuestros números de la miseria con una auditoría pública de la deuda, con la declaración de la deuda ilegítima, con recuperación del empleo, rentas de inserción y políticas anti-desahucios que nos devuelvan a una vida digna, con una democracia del siglo XXI para hombres y mujeres adultos. Por una vida con dignidad y derechos

¡No más cuentos lejanos, ni historietas del 78!

¡Unidos Podemos!

* En La casa de mi tía, por gentileza de Marcos Lojo