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jueves, 18 de abril de 2024 10:09h.

Un cráneo menos - por Paco Déniz

Después de lo visto, la obsesión por la promoción exterior de las islas debería considerarse una dolencia de nuestros representantes políticos a tratar en los hospitales.

Un cráneo menos - por Paco Déniz

Después de lo visto, la obsesión por la promoción exterior de las islas debería considerarse una dolencia de nuestros representantes políticos a tratar en los hospitales. Un mal obsesivo que lleva a numerosos dirigentes de diverso credo a hacernos creer que sin una buena promoción externa desapareceríamos del mapa.  ¿Cómo estará de la cabeza quien piense que hay que dar dinero al CD Tenerife y a la UD Las Palmas porque su fútbol atrae al turismo? Y Rivero constata lo que decimos toda vez que considera el latiguillo “una hora menos en Canarias” un elemento importante, no sólo de nuestra identidad, sino de nuestro bienestar económico y social. Por eso afirma que debería cuantificarse esa publicidad y lo que perderíamos si España adopta la misma hora. Él supone, para sus adentros, que gastarse dinero en promoción es directamente proporcional a nuestro bienestar. Pero se olvida que Canarias ya aparece reiteradamente en el noticiario español junto a Ceuta y Melilla con los peores indicadores sociales. Eso también es propaganda. Más debería preocuparle que su ejecutivo no produzca ninguna noticia digna de interés para un noticiario exterior.

Si el problema de Canarias residiera en que los locutores ya no nos mencionarán, a lo mejor seríamos más felices. Estaríamos menos expuestos al chiste fácil. De todas maneras, si el Presidente Paulino quiere hacer una buena denuncia de nuestra marginación, le voy a dar una idea: a mí lo que me revienta es que el hombre del tiempo se ponga delante de las islas, y eso debería ser un motivo de recusación por parte de Paulino Rivero. Así que Ana Oramas debería presentar una interpelación parlamentaria para que los presentadores no nos tapen la imagen del Archipiélago. Y también, exigir que un día a la semana empiecen por el noroeste africano a decir qué tiempo habrá el fin de semana. Primero Canarias, después Ceuta y melilla, y después Andalucía, que además coinciden con las comunidades más pobres. Eso sí sería una política nacionalista, y no lo de mantener la diferencia horaria. ¡hombre, por favor, no hay derecho a que uno tenga que esperar siempre hasta el final para ver si llueve o no!