El 15 de Octubre fue la única movilización estatal

¿Cuál es la respuesta política y social a las alzas de precios y los salarios y pensiones insuficientes? Qué movimiento reivindicativo tenemos - por Carlos Martínez

 

, politólogo, secretario general del PSLF y miembro del Comité Científico de Attac

El 15 de Octubre fue la única movilización estatal

 

La manifestación del sábado 15 de Octubre convocada por COESPE y apoyada por gran cantidad de sindicatos y algún partido como ha sido el caso del PSLF, salió adelante a pesar del silencio y el boicot de las grandes organizaciones pro-gubernamentales. Ante las subidas de precios, la inflación que la guerra provoca y el deterioro y empobrecimiento general solo los y las jubiladas y pensionistas han sabido responder por ahora. La única resistencia seria es el movimiento pensionista.

Reconociendo su mérito y el apoyo de sindicatos ya no tan minoritarios, es necesario llamar la atención a todas las fuerzas sindicales que en su origen lo eran de clase, si ellas no actúan otros ocuparemos su lugar.

La manifestación hizo algo más que salvar los muebles, se notó y mucho la poca participación de gentes de Madrid ya sean pensionistas y/o del Trabajo, vecinas y vecinos hartos que sufren los recortes de Ayuso, mientras que miles de personas pasaron la noche o la madrugada metidos en autobuses para dar la cara en Madrid. Si bien es cierto que la del sábado 22 frente al desmantelamiento de la sanidad madrileña si ha sido un éxito.

Otro problema de la manifestación del 15 O de COESPE fue la poca claridad a la hora de exigir las respuestas políticas y a quien se pide responsabilidades y hechos. El Gobierno goza del apoyo de una mayoría de progreso en el parlamento que debe articular y poner en marcha y es a esas cortes, a esos grupos parlamentarios es a los que se les debe exigir la defensa a ultranza de lo público y los cambios políticos imprescindibles.

Tampoco se fue claro en la defensa de la paz. La guerra es una de las principales causas de nuestros actúales males. Las políticas bélicas y el seguidismo de la OTAN son un grave problema que no solo nos lleva a la miseria sino que puede acabar en una hecatombe. Además de que no se está dando cuenta de cuanto le cuesta al estado participar en las operaciones pre-bélicas en Bulgaria o las fronteras rusas bálticas y cuantos menos médicos o maestros o apoyos sociales significa ese gasto que Biden impone.

La vinculación a Podemos de algunas personas de la dirección de la COESPE les hace ser críticos, pero también amagar y no dar. No se quiere dañar al Gobierno. El problema es que si no exigimos con contundencia y claridad al Gobierno, este tampoco tendrá arrestos para darnos la razón, por su doble juego. Cañones y mantequilla a la vez no son posibles.

La falta de visión política en movilizaciones que pretenden ser solo “sociales” lleva a no plantear el asunto de la monarquía, ni de la paz, ni de soluciones reales que solo la política ofrece. La monarquía española, que interviene en política de forma inconstitucional, con el miedo de las izquierdas pro-gubernamentales a la corrupta familia coronada debe hacer no olvidar la reclamación de más democracia y por tanto república. Debemos ser conscientes de que la primacía de la OTAN, la sumisión a los EEUU y la defensa de los intereses patronales y bancarios en primer lugar, tienen el sello real, la imposición real. La defensa del República como elemento creador de ciudadanía y de leyes en favor de la mayoría hace imprescindible exigir y ya una Constituyente. Sin constituyente no habrá solución y sin República no habrá leyes justas.

Por tanto esa es nuestra tarea en el movimiento, exigir su politización, en el sentido noble de la expresión es decir en la búsqueda de la democracia y por tanto de la igualdad en el reino más desigual de Europa.

Tan solo criticar al ministro Escrivá es otro engañabobos, amigos de los “movimientos sociales”. Escrivá ya sabemos para quien trabaja. La pelota está en el campo del Gobierno no en el de Escrivá y es el Gobierno en su conjunto quien toma las decisiones políticas. Por tanto Escrivá, que no es del PSOE, no es sino la mala excusa de Podemos y sus acólitos para ocultar su vergüenzas, su colaboracionismo y salvar sus sueldos. 

La defensa de lo público y la subida de salarios y pensiones merece el apoyo de toda la clase trabajadora, de todas las izquierdas y de los sindicatos y la actitud colaboracionista de las direcciones de CCOO y UGT merece nuestra repulsa y exigencia a las dignas bases de CCOO y UGT a que tomen cartas en el asunto y se unan al movimiento o bien a que cumplan con su obligación de posicionarse con los intereses de la clase trabajadora.

Dicho esto creemos que COESPE debe buscar la unidad y seguir las movilizaciones cada vez más amplias y más políticas, alejada de la tentación corporativa y de estar solo en “lo social”. Solo la acción política es capaz de cambiar las cosas y la política no es un asunto de profesionales sino de militantes, activistas, sindicalistas, luchadoras y luchadores y de organización.

 

* En La casa de mi tía por gentileza de Carlos Martínez