Buscar
martes, 30 de abril de 2024 10:53h.

¡Cuarentena! - por Antonio Francisco González Sanabria

 ¿Quién no ha viso u oído esta palabreja que no es otra cosa que intentar controlar una infección que, mediante aislamiento, en teoría al menos, puede detener un contagio tal, que podría llegar a ser una pandemia y acabar con nuestra civilización?

¡Cuarentena! - por Antonio Francisco González Sanabria              

 

    ¿Quién no ha viso u oído esta palabreja que no es otra cosa que intentar controlar una infección que, mediante aislamiento, en teoría al menos, puede detener un contagio tal, que podría llegar a ser una pandemia y acabar con nuestra civilización?

    Hecha esta pequeña aclaración, se me platean dos cuestiones: a) aislar a todos estos chorizos y mangantes en cárceles y tirar la llave o bien aislar en laboratorios a esos especimenes raros que han de existir, que no estén pringados  en ningún ERE, escándalo financiero o robo por la “jeta” de las ayudas y cursos para los parados procedentes de la UE.

    Asistimos impávidos como todo un presidente de la comunidad autónoma andaluza dimite con la excusa o mejor dicho excusas como: -Me voy para no lastrar  a mi partido por el tema ERE; -Me marcho dejando a alguien al frente de la junta que lo hará magníficamente por ser joven y por ser mujer; como si tener 39 años y ser mujer fuese una garantía de honestidad e inteligencia, (sin intención alguna de ser machista),no hay más que tomar la prensa y leer como esta nuestra nueva presidenta apoyó y apoya al que fuera alcalde de Los Palacios, Antonio Maestre, numero tres del PSOE-A, alcalde, que por otro lado recibió hasta diecisiete subvenciones por un importe aproximado de 3.000.000 de €, de los cueles 837.000 aun no han sido encontrados por la Guardia Civil, se dice procedente de los fondos de reptiles.

Este nuestro presidente se marcha blindándose como diputado (blanco y en botella), para que la jueza Alaya no pueda echarle el guante, o al menos fácilmente, porque pasa a ser aforado, evidentemente a su socio Valderas solo le preocupa que va a pasar con el presupuesto de la junta de Andalucía, no olvidemos, de que una vez que  por fin han llegado al pesebre, no quieren quedarse sin forraje, las mariscadas  son caras por eso comunistas de postín como Mr. Torrijos se ven arrojados a los brazos de algún que otro ERE como el de Merca Sevilla.   

    Pero la cosa no queda ahí, si seguimos leyendo la presa, nos damos cuenta que eso de utilizar el dinero ajeno en ágapes, comidas, licores e incluso cocaína, amen de algunas turbulentas compañías tirando de visa, afecta a los supuestos representantes de los trabajadores, dinero que ha servido para todo y todos, a excepción del fin al iban destinados, pagándose pancartas, banderitas, propaganda, feria de Abril y hasta buses para llevar y traer al personal a huelgas y diferente eventos sindicales, se habla también de desvío de dinero por parte de la junta de Andalucía hacia el sindicato socialista.

    Como se ve, difícilmente creo, que se puede detener esta pandemia que no epidemia, de chorizos, ladrones, embusteros y farsante de corta memoria y menor vergüenza, en donde tod@s saben pero no cuentan, dicen pero no aclaran y ponen carita de borregos degollados delante de las cámaras y jueces, mintiendo y engañando al ciudadano al que despluman impunemente con impuestos, recortes de derechos y asistencia sanitaria, gente que no les importa como llegar, gente arribista que como nuestro casi expresidente de la junta, nunca ha sido votado por el pueblo, en dos ocasiones a sido presidente, una cuando dimite Chávez y otra  cuando se alía con sus amigetes del partido comunista, sucediendo lo mismo con esta nueva presidenta, que sin pasar por la urnas también va a llegar a lo más alto por la cara, quizás con sus amigos pringados en escándalos de corrupción y trinqueo.

    Visto lo visto, creo que seria más barato, reconfortante y mejor para nuestro país, encontrar a esos “raras avis” , ponerlos en cuarentena para que no se contaminen y al resto de Barcenas, Rajoys, Griñanes y otras yerbas mandarlos a mitad del océano  glacial antártico para que se les congelen las manos y así no sean capaces de trincar ni un duro más.


Antonio Francisco González Sanabria