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viernes, 26 de abril de 2024 08:03h.

Cuidemos la Tierra – por Pedro Fernández Arcila

Greenpeace señala en su reciente informe sobre el cambio climático que el Ártico se derrite, los océanos se acidifican y los bosques desaparecen en algunas regiones a medida que se calienta el planeta.

Cuidemos la Tierra – por Pedro Fernández Arcila, concejal de Sí se puede en Santa Cruz de Tenerife

Greenpeace señala en su reciente informe sobre el cambio climático que el Ártico se derrite, los océanos se acidifican y los bosques desaparecen en algunas regiones a medida que se calienta el planeta. Esto quiere decir que desaparecerán masas de hielo que desempeñan un papel fundamental para el equilibrio del clima, que subirá el nivel del mar, la acidificación de los mares producirá cambios en los ecosistemas marinos, y, desapareciendo los bosques, perderemos biodiversidad y los mejores sumideros de dióxido de carbono. El cambio climático y sus consecuencias es una realidad y supone la mayor crisis ecológica del planeta. Los organismos internacionales se muestran incapaces de arrancar compromisos reales a los gobiernos para reducir las emisiones de dióxido de carbono, extendiendo la crisis ecológica a una profunda crisis política, en la que las resoluciones de las organismos de las naciones unidas basadas en evidencias científicas son incapaces de doblegar los intereses de las grandes corporaciones y de algunos países consumidores de carbón como China. Nos hemos atiborrados de encuentros y reuniones internacionales pero no avanzamos hacia un mayor control del clima. Han sido más de veinte las cumbres que se han celebrado sobre el cambio climático pero los últimos datos que nos ofrece Global Carbón Project es que en 2013 las emisiones de dióxido de carbono se incrementaron un 2,3 por ciento. De continuar así, los peores augurios del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de una subida de cuatro grados del clima del planeta a finales de este siglo, pueden hacerse realidad. La última cumbre del clima celebrada el pasado 23 de septiembre en Nueva York no es sino la constatación de la incapacidad de los gobiernos para garantizar lo más esencial de la cosas, la vida en el planeta.

La situación es tan grave y la respuesta institucional tan débil que es indispensable y urgente tomar conciencia de la necesidad de actuar localmente para cambiar la conciencia global. En Canarias tenemos que hacer una apuesta seria por el desarrollo de las energías renovables, priorizando nuestras políticas y nuestros presupuestos en esta dirección, reclamando mayor soberanía energética, lo que ahora significa descolgarnos de las reformas del sector eléctrico aprobadas por el gobierno central que ha supuesto un freno al desarrollo de estas energías no contaminantes en nuestras islas, creando nuestro propio marco normativo y financiero para despegar hacia unas islas que aporten mayor sostenibilidad. Otras regiones del mundo se están moviendo en esa dirección, aportando su grano de arena a esta lucha global por salvar el planeta.

*CONCEJAL DE SÍ SE PUEDE EN EL AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ