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sábado, 04 de mayo de 2024 00:13h.

La deriva y la masacre - por Francisco González Tejera

 
FRANCISCO GONZÁLEZ TEJERAEl escándalo del ministro de industria español, traidor y mal canario, José Manuel Soria, viene a ser solo la punta de iceberg de un territorio masacrado, de un pueblo que sobrevive con cifras espeluznantes, con uno de cada tres niños en situación de malnutrición, según datos de Save The Children y UNICEF, cientos de miles de familias sin ingresos, récord de desahucios semanales, récord de desempleo, récord de fracaso escolar, récord de alumnado universitario que abandona los estudios por no poder pagar las abusivas tasas impuestas por la mafia, récord de suicidios por motivos económicos, casi uno al día.

La deriva y la masacre - por Francisco González Tejera *

 
Después de asesinar a más de 5.000 canarios desde el golpe de estado de 1936, la oligarquía, los criminales de Falange, Acción Ciudadana y el ejército franquista hicieron fortuna, robaron propiedades de demócratas asesinados, vendieron niños y niñas, aliados con la degenerada Iglesia Católica, destrozaron las vidas de miles de familias.
 
Luego todo fue tan fácil, matar de hambre al pueblo, el que tuvo que emigrar masivamente a Latinoamérica, sobre todo a Venezuela, un genocidio que sirvió para que lo peor de la sociedad isleña tomara el poder más corrupto, una corrupción generalizada que llega hasta nuestros días, unas islas destruidas por las construcciones masivas, donde políticos mafiosos siempre han puesto la mano para recoger los sobres, las bolsas de plástico y los maletines, billetes verdes de la peseta antes, ahora de 500 euros que meten en la caja fuerte de sus bunkers, donde planifican sus delictivas fechorías.
 
El escándalo del ministro de industria español, traidor y mal canario, José Manuel Soria, viene a ser solo la punta de iceberg de un territorio masacrado, de un pueblo que sobrevive con cifras espeluznantes, con uno de cada tres niños en situación de malnutrición, según datos de Save The Children y UNICEF, cientos de miles de familias sin ingresos, récord de desahucios semanales, récord de desempleo, récord de fracaso escolar, récord de alumnado universitario que abandona los estudios por no poder pagar las abusivas tasas impuestas por la mafia, récord de suicidios por motivos económicos, casi uno al día.
 
Las mentiras del soberbio y desprestigiado ministro Soria en las sucesivas y contradictorias ruedas de prensa reflejan una realidad, la realidad de una casta política con las manos manchadas de mierda, mierda por sus robos y sangre, por la miseria del pueblo al que han condenado en estos años de corrupta “democracia”, donde la mayoría escapa con la economía sumergida, con las exiguas pensiones de los abuelos, otros acuden a los bancos de alimentos, a las parroquias, a las ayudas institucionales, a todo tipo de tapaderas sociales, montadas por el régimen español, con el objetivo de apaciguar y evitar el necesario y reparador estallido social.
 
Si miramos con detenimiento los apellidos de los actuales “dueños” de Canarias en cada estamento, en cada rincón de poder político o empresarial, si analizamos su sangriento árbol genealógico, comprobamos, que si no son extranjeros, el 99% tiene vínculos biológicos con quienes protagonizaron el genocidio fascista en las islas, con aquellos que se enriquecieron torturando, asesinando, fusilando, desapareciendo a lo mejor de una generación que trataba de vencer la esclavitud, el derecho de pernada, la vulneración de los derechos civiles, los abusos de poder de caciques y terratenientes criminales de lesa humanidad.
 
La caída del odiado ministro de Repsol, su inminente cese o dimisión solo será una mínima página más de nuestra miseria, del hambre ancestral, la que vive incrustada en los rincones más tristes de la desgraciada memoria popular, la de la explotación brutal de nuestra gente, la del saqueo generalizado de las arcas públicas, la de la muerte vestida con traje y corbata, los demonios del coche oficial, las putas de lujo, los vicios caros, los reyes del pelotazo y el robo, los causantes de que la esperanza haya sido devorada por la sinrazón y la codicia.
 
aznar soria
 
 
* En La casa de mi tía por gentileza de Francisco González Tejera