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jueves, 28 de marzo de 2024 08:34h.

Dos discursos: el del Rey y el del MASUFA - por Domingo Sanz

 

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Dos discursos: el del Rey y el del MASUFA - por Domingo Sanz, politólogo

 

Sobre el “Rey” no cabe duda a quién nos referimos, aunque su número a nivel mundial vaya disminuyendo. Pero esto es un Reino y nos gusta lo paleolítico.

En cambio, lo de “MASUFA”, aunque coincida la persona, es poco conocido. De hecho, en diciembre pasado le pedí a la ministra Robles desde aquí que incluyera esas siglas en el Glosario del Ministerio de Defensa, y sigue sin hacerme caso.

Resumiendo, se trata del acrónimo correspondiente a la función definida en el artículo 62.h de la Constitución, lo que no es cosa menor, como tampoco que en ese Glosario castrense figuren un total de 1.144 siglas, por lo que colocar una más no debería suponer demasiado trabajo. Pero seguiré esperando.

Otro asunto que también está pendiente de respuesta desde el 23 de diciembre es lo que 23 jurídicos de las Baleares le pidieron al presidente del Gobierno para que, a su vez, él se lo pidiera/exigiera/impusiera (elija usted la palabra que políticamente proceda) al Rey. A pesar de ser de interés general, esta noticia tuvo muy poco eco. Aquí va con fotos de tres de sus protagonistas.

https://www.ultimahora.es/noticias/local/2022/12/28/1853937/monarquia-espanola-juristas-baleares-censuran-inviolabilidad-real.html

Como la respuesta, si se produjera, será que no, si está usted de acuerdo puede ayudar enviando por escrito a [email protected] sus propios argumentos. Si lo hace con menos de 501 palabras y sin insultos ni amenazas, su escrito llegará hasta donde debe, bien avalado y en compañía de otros. Por cierto, un texto por autor y, si le parece bien, puede divulgar esto para que otras personas, si lo desean, aporten también sus motivos contra un privilegio tan aberrante como el de que alguien pueda cometer delitos y reírse de la Justicia.

Al respecto, ningún argumento tan convincente como el excelente vídeo “¿Explicaciones de qué? ja, ja, ja” de un protagonista muy conocido que, por cierto, podría ser su hijo.

¿O acaso ha renunciado a esta clase de herencia?

Lo cuento por ahí y muchos se creen que les estoy hablando del siglo XIX o de la dictadura franquista.

Pero esto iba de discursos pronunciados por la misma persona, Rey en Navidad y MASUFA en la Pascua Militar, ante dos auditorios no tan distintos, pues entre los primeros también están los segundos, y de lo que les acaba de decir a estos también nos hemos enterado los 47 millones de navideños.

Para empezar, si usted lee al MASUFA recibirá una sensación más evidente de que se está dirigiendo a “los suyos”, como si los sintiera más cercanos. Pero aquí respetamos las preferencias de cada uno y quienes leemos, y si también escribimos más todavía, sabemos muy bien que cada palabra es un esfuerzo y, por lo tanto, no es banal el número total de las que dedicamos a cada auditorio.

Por tanto, saco la calculadora y descubro que, conteniendo el discurso para 47 millones de personas un total de 1.444 palabras y, en cambio, 1.789 el escrito para unos 140.000 militares (de hecho, ningún discurso de los nueve navideños sucedidos llega a las 1.700), resulta indiscutible que mientras el MASUFA dedica una unidad de “esfuerzo/palabra” por cada 78 destinatarios, cuando se viste de Rey dedica el mismo esfuerzo por cada 32.500 que también oyen y escuchan, de donde deducimos que Felipe VI sabe mucho de economías de escala cuando quiere convencer, que para eso es para lo que se discursea. La diferencia la ponen los oyentes, si son armados o desarmados, y no es necesario abrir hoy el paréntesis antifranquista de rigor, pues lo daré por imaginado.

Resumiré sosteniendo la evidencia de que un solo militar vale lo mismo que cuatrocientos civiles, según la vestimenta elegida por el orador.

Entrando en palabras concretas, siempre he tenido interés en investigar el interés del Rey por aquellas que mejor definen el sistema político en el que vivimos y, por tanto, he contabilizado para ambos discursos las veces que ha pronunciado “libertad”, “democracia”, “Constitución” y sus derivadas.

Salvo error por mi parte, mientras el Rey las mencionó en Navidad un total de 16 veces, el MASUFA solo las ha citado en 4 ocasiones el 6 de enero, aunque lo más correcto es decir que el 24 de diciembre incluyó una de las esas tres cada 90 de relleno, mientras que dos semanas después necesitó 447 para colocar alguna de las tres, que demuestran su valor porque sigue habiendo personas a las que molestan.

Inmediatamente llama la atención la diferencia entre los números totales de palabras y las tres pronunciadas por la misma persona con disfraces distintos, aunque los auditorios no lo sean tanto. En este punto, lo decente es que, si he recurrido a la demagogia estadística, lo que debo hacer es seguir en esa lógica, sea cual sea el resultado que se deduzca.

Porque lo cierto, salvo error de cálculo, es que el MASUFA realiza un esfuerzo/palabra con las tres importantes que es 80 veces mayor por cada militar que el que realiza el Rey para el pueblo en Navidad, y eso, salvo que incluya algo oculto que no acertamos a detectar, no estaría tan mal.

Para ir terminando, me referiré ahora a una frase del MASUFA que leí en los medios y me asustó.

Decían que, dirigiéndose a sus “Queridos compañeros” (una frase que repite una vez cada siete párrafos de los 35 que incluye el discurso), finalizó con “me tenéis a vuestro lado y contáis así con el apoyo incondicional de la Corona”.

Sorprendido al descubrir que vivo en el único país del mundo en el que la disciplina militar funciona de abajo arriba, no pude evitar que me asaltaran las preguntas que le habría hecho si en ese momento lo encuentro, con cualquiera de sus dos disfraces, al doblar cualquier esquina.

El apoyo incondicional para qué, MASUFA, ¿quizás para asustar a Pedro Sánchez y conseguir que dimita, como hicieron Armada y otros generales con Suárez porque tu padre no hacía más que intrigar contra quién había vencido por segunda vez en las urnas?

O, en cambio, ¿apoyarías con la misma incondicionalidad si unos cuantos convencieran a la mayoría de que esta monarquía es un pozo de corrupción imposible de limpiar y propusieran un referéndum sobre la forma de Estado, y además dijeran que a ellos les gustaría que saliera república?

Entonces fui al texto que aparece en la web de la Zarzuela y la localicé en el párrafo número 33, es decir, cerrando el mensaje. Era importante pues, pero hubo suerte y, antes de coincidir con el MASUFA cargado como iba, yo, de preguntas capciosas, busqué el párrafo 33 del discurso y descubrí que dice lo siguiente:

Para terminar, quiero deciros una vez más –aunque bien lo sabéis− que, en el ejercicio de vuestra profesión y vocación, así como en el cumplimiento de vuestro deber –siempre presente y vigente vuestro juramento o promesa–, me tenéis a vuestro lado y contáis así con el apoyo incondicional de la Corona”.

Lo cual incluye los suficientes matices como para albergar esperanzas en el futuro de la democracia, aunque también sospechas de qué hará lo posible por agarrotarla todo lo que sea necesario para que se mantenga la forma de Reino, que tanto le interesa. Democracia hasta cierto punto, le diremos.

Para terminar, primero un agradecimiento.

El impulso que me ha llevado a este texto se lo debo a una persona que no conozco, la doctora Elena Casado, que ha recibido miles de “me gusta” en Twitter tras destacar que el MASUFA ha justificado el incremento del gasto militar, pero como Rey no empleó la misma energía para defender lo de pagar más impuestos, aunque nunca emplearía esa palabra maldita, para aumentar el gasto sanitario, a pesar de un COVID que ha matado infinitamente más que lo de Rusia contra Ucrania, asunto sobre el que, por lo demás, Merkel acaba de decir algo, y me fio más de la alemana, y más disfrutando de “libertad”. En cualquier caso, ya sabíamos que no todos valemos lo mismo, ni somos iguales ante la ley, como nos han recordado los jurídicos que merecen nuestro apoyo.

Y una propuesta.

Sin salir del maldito dinero, como resulta que la deuda pública del Reino de España está por las nubes y soportarla nos cuesta mucho, a todos menos al Rey/MASUFA, lo mejor será que en el futuro ambos personajes se ahorren sus discursos, y así 47 millones terminaremos ahorrándonos un buen gasto.

* En La casa de mi tía por gentileza de Domingo Sanz

DOMINGO SANZ RESEÑA
DOMINGO SANZ RESEÑA

 

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