El dolor que persevera - por Erasmo Quintana
"El dolor que persevera", Erasmo Quintana
El dolor que persevera - por Erasmo Quintana *
El dolor obedece a otro tipo de naturaleza; es de orden fisiológico-patológico, que se puede evitar con analgésicos como la morfina. El dolor puede ser ocasional y leve, o intenso, insufrible y continuo. Yo quedé marcado de por vida, pues siendo joven mi padre me encargó el asistir al domicilio de su cliente y amigo, Chanito Rodríguez, que padecía cáncer de próstata, para pelarlo y afeitarlo. Debía estar su mal tan avanzado que el tratamiento ya nada le hacía, por lo que era terrible oír aquellos desgarrados alaridos de dolor, con lo que el jovencito que yo era salía totalmente descompuesto y con pesadillas de noche.
Hoy por suerte ese dramático espectáculo no se da. Ahora hay unidades de Cuidados Paliativos, que hacen lo que pueden, pues por ignorancia, el fanatismo y los prejuicios morales religiosos operan como apisonadora de los derechos del enfermo. La cuestión desaparecería si se aprobara la eutanasia en nuestro país. No sabemos por qué en una nación democrática como la nuestra esto no se ha resuelto todavía. ¿El problema es de la Iglesia Católica? No lo creo. Si el papa Francisco, o el emérito Benedicto XVI -ahora no caigo-, dijo que el Infierno no existe, lo de evitarle al moribundo un sufrimiento innecesario se podría hacer aún contraviniendo (¿los Concilios de Trento -siglo XVI-)?, cosa esta que es evidentemente mucho más fácil.
En el programa de gobierno del nuevo PSOE está aprobar la eutanasia. Por su parte, el conservador Partido Popular, que en su inmovilismo es feliz manteniendo todo tal cual, no parece dispuesto a la reforma y así continuará en comunión con la Iglesia trentina, nunca cerca del amor y la comprensión de quien desea morir en paz, sin sufrimiento, no obligándolo contra su voluntad a abandonar este mundo de la más indigna manera: alargando su agonía deshumanizada enganchado a una máquina.
* En La casa de mi tía por gentileza de Erasmo Quintana