Dudas y certezas en el horizonte brasileño - por Emilio Cafassi
Nota de Chema Tante: El profesor Cafassi, con este soberbio artículo aparecido en CARAS Y CARETAS sobre (en sus propias certeras palabras) "la compleja y sórdida situación brasileña", nos ofrece, apoyándose en el también profesor, petista brasileño, Gustavo Bertoche, las claves del que parecería sorprendente ascenso del fascista Bolsonaro. Una lección que no sirve solamente para la experiencia brasileña, sino que deberían también aplicarse las izquierdas de muchos otros países, incluyendo las de este estado español. Nos conmueve y desconcierta que la gente mire para la derecha y más allá, pero no asumimos nuestra parte de culpa. Obligada lectura, urgente reflexión. En todo caso, parece claro que las izquierdas no merecemos, ni en Brasil ni en otras partes, la victoria; pero nuestros pueblos merecen todavía menos una victoria de la horda fascista.
Dudas y certezas en el horizonte brasileño - por Emilio Cafassi, profesor de la Universidad de Buenos Aires *
El eje de su intervención es la ausencia de autocrítica del PT. Sostiene taxativamente que “la culpa del surgimiento de esa ola es nuestra, exclusivamente nuestra”. Pero no lo menciono por compartir tal ausencia, sino por algunos aspectos del autoexamen demandado. Recientemente el ex ministro del gobierno de Lula, ex gobernador del estado de Rio
Sin embargo no cifraría en el mayor o menor tono crítico del desempeño gubernamental la principal diferencia, sino en la organización de la fuerza política, cuestión en la que Genro tiene necesaria responsabilidad como ex presidente partidario. Mientras Genro elude las transformaciones -algunas inevitables- desde la oposición al ejercicio del poder político, Berteche subraya allí el centro de la cuestión. “Nos engañábamos con los éxitos electorales, y nos convertimos en un movimiento de la élite política. Perdimos la capacidad de comunicarnos con el pueblo, con las clases medias, con el ciudadano que trabaja 10 horas al día…”
Cualquiera sea la respuesta a algunas de las preguntas del profesor de filosofía, la pertinencia de su formulación me parece vital, para la presente campaña, para el futuro y para el resto de las fuerzas de izquierda que miramos con atención el devenir de las experiencias de pretensión transformadora: “¿Dónde están las convenciones partidarias lindas de los años 80? ¿Dónde están las corrientes y tendencias lanzando contra-pre-candidatos? ¿Dónde están los debates internos? ¿Cuándo fue que el partido pasó a tener un dueño?”. El florecer de las dudas no debilita sino que refuerza la certeza esencial.
La única salida inmediata para Brasil es el triunfo de Haddad.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Emilio Cafassi