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viernes, 19 de abril de 2024 19:00h.

La educación y la esclavitud de los futuros trabajadores - por Alejandro Gómez Vásquez

La educación ha cambiado bastante con el paso de los tiempos. 

La educqción y la esclavitud de los futuros trabajadores - por Alejandro Gómez Vásquez *

La educación ha cambiado bastante con el paso de los tiempos. Al principio era un privilegio que solo estaba a disposición de las familias ricas, lo cual tampoco importaba mucho ya que las formas de explotación de los plebeyos, vasallos y proletarios no requería que estos poseyeran una carrera y ni siquiera que supiesen leer o escribir, así que los índices de analfabetismo siempre estuvieron a un nivel alto en cuanto a porcentaje respecto a la población mundial a lo largo de toda la historia. Esto comenzó a cambiar con la entrada en el siglo XX, empezaron a surgir trabajos que requerían de cierto aprendizaje por lo que se hizo necesario educar a las personas que debían llevar estas actividades a cabo.

Así surgió un nuevo tipo de educación al alcance de todas las familias, ya fuesen de clase obrera de la alta burguesía: la educación pública. Aunque este tipo de educación estaba al alcance de todos, era obvio que la existencia de instituciones privadas dedicadas a la enseñanza y que estaban mejor preparadas que las públicas iban a seguir siendo el destino de los familiares de la burguesía y la oligarquía. De esta forma seguía quedando una educación especial para preparar a la siguiente generación de clase dominante y la dominada.

Sin embargo, en España volvimos atrás con la llegada del franquismo y los intentos de alfabetización de la II República se vieron frustrados por el paso a un modelo económico basado en la vida rural. Con la caída de la dictadura hubo un avance en la educación en el que se mejoraron las instituciones públicas comparadas con la actualidad, ya no se trataba únicamente de una educación de ricos y pobres, sino dirigida a la preparación. 

Por desgracia, la llegada del PP en el 2011 no ha hecho otra cosa que continuar la mutilación de lo público que comenzó el PSOE en 2008. Y no solo han conseguido esto, están recuperando la sociedad de las clases distanciadas mediante el acoso de las empresas privadas a la educación pública, el retiro de becas y la explotación de alumnos de FP y grados en las prácticas no remuneradas con empresas. Se han aumentado las tasas universitarias para que tantos alumnos de la educación pública como de la privada puedan llegar hasta la universidad, pero no para que lleguen a cursar una carrera y menos aun terminarla.

El último decreto, conocido como 3+2, ha servido tan solo para confirmar la distinción entre clases que tanto le gusta a nuestro ministro de educación José Ignacio Wert. Los grados que ya habían recortado con el Plan Bolonia se dejan ahora en 3 años que, según varios expertos, no sirve para poder aprender todo lo necesario de bastantes carreras. De este modo la gente que quiera cursar una carrera entera ahora tendrá que hacer dos años de máster bastante más caros que el año de grado equivalente que teníamos antes.

Por ello, varias voces han respondido mediante huelgas y manifestaciones a este intento de acentuar la ya notable sociedad de clases existente. La huelga del 26 de febrero tuvo aproximadamente un seguimiento del 80% en las instituciones públicas y fue liderada por los sindicatos autonómicos (BI-M, FEU, CERM, APE...) y los oportunistas que terminaron enfrentándose entre ellos de forma violenta en ciudades como Madrid (Sindicato de estudiantes y Bloque crítico).

Aún así, queda visto que el pueblo está preparado para luchar por una educación pública al servicio del pueblo y con el empresario lejos de esta.  

 

* Publicado con autorización del autor