Encuentro en la Calle Mayor. Diálogos imposibles - por Erasmo Quintana
Encuentro en la Calle Mayor. Diálogos imposibles - por Erasmo Quintana *
- Yo, por el contrario, considero positivo el acuerdo -contesté- porque el fenómeno Vox le viene pisando los talones a la izquierda en este país. Todavía el PSOE intenta negociar la investidura con una derecha calculadora (PP y Cs votarán en contra, y Vox ni te digo), solo pensando en lo que les conviene como partidos, y al país que le den.
_ Te digo, lo que ya no me gusta, son los escándalos de corrupción, que no cesan. Del PP, conocemos las hazañas que han protagonizado, pero las del PSOE en Andalucía no les van a la zaga. La corrupción política no tiene arreglo. La Administración Pública funcionaba mejor con Franco.
- No seas ingenuo. La propaganda del Régimen fue dar una imagen de salvador del dictador, de honesto, sacrificado y trabajador, cuando el historiador Ángel Viñas, ha descubierto la fortuna inmensa que empezó a amasar desde antes de terminar la Guerra de España. En la Dictadura ocurrió igual, o peor; para algo estaban los censores, y, a pesar de los mismos, algo se supo. ¿No te acuerdas de los escándalos Matesa y Sofico? Menudos pelotazos. ¿Tienes prisa? Entramos en esta Cafetería y tomamos algo.
- Estupendo. Admíteme, amigo, que si vienen las izquierdas, no tendremos más que miseria y desgobierno. Las grandes fortunas se irán, que son las que están creando riqueza.
- Y qué me dices si vienen las tres derechas (PP-Cs-Vox). Es para estar temblando con el gobierno de estos cachanchanes, que no gobiernan en el interés general sino para el interés de sus bolsillos; además de todo el dinero que han robado, cientos de millones, que pudieron ir destinados a paliar tantas carencias sociales cronificadas.
- Mira, a mí lo que me preocupa es el orden y que todo esté en su sitio. Por ello me parece bien que si un trabajador abusa de bajas médicas, el empresario lo pueda despedir sin más. Que a este Gobierno, si se forma (hay que ver lo crudo que se lo está poniendo ERC), no se le ocurra volver a subir el salario mínimo, porque sería un disparate; iría en contra de la creación de empleo.
- Hombre, no es que esto me guste. Lo que yo creo te pasa a ti es que no estás acostumbrado a que se cuestione la rotundidad de tus puntos de vista. Tu verdad se puede cuestionar con mi verdad…
-Ya está bien por hoy. Pediré la cuenta, y si no me invitas -como es costumbre- al menos en esta ocasión pagamos a escote.
- ¡Tranquilo, tranquilo! -contestó intentando calmarme- No te preocupes. ¡Esta vez invito yo!
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana