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viernes, 26 de abril de 2024 15:48h.

Ensayistas y políticos referidos a Canarias - por Nicolás Guerra Aguiar

nicolás guerra aguiar pequeña   Acabo de recorrer nombres, adscripciones y profesiones de las muy respetables sesenta señorías del Parlamento canario. Obviamente, la mayoría está allí porque la voluntad ciudadana las ha puesto tras la pertinente selección partidista. Sin embargo, no todas responden al escrupuloso principio de que los votos valen lo mismo sino, más bien, a injustas irregularidades distributivas. Desde hace años se viene denunciando el sistema como antidemocrático. Sin embargo, lo permanecen cual si su reforma significara un resquebrajamiento en la pacífica convivencia. 

Ensayistas y políticos referidos a Canarias - por Nicolás Guerra Aguiar *

   Acabo de recorrer nombres, adscripciones y profesiones de las muy respetables sesenta señorías del Parlamento canario. Obviamente, la mayoría está allí porque la voluntad ciudadana las ha puesto tras la pertinente selección partidista. Sin embargo, no todas responden al escrupuloso principio de que los votos valen lo mismo sino, más bien, a injustas irregularidades distributivas. Desde hace años se viene denunciando el sistema como antidemocrático. Sin embargo, lo permanecen cual si su reforma significara un resquebrajamiento en la pacífica convivencia. 

parlamento de canarias

román rodríguez   Así, en 2015 CoATIción obtiene 18 000 votos menos que el PSOE y, sin embargo, cuenta con un diputado más. El PP la aventajó en 6000: no obstante, obtiene cuatro escaños menos. Ciudadanos, con 54 000, está fuera. Pero además con la boca abierta: la Asociación Socialista Gomera impacta con tres señorías… ¡aunque obtuvo 49 000 votos menos! Y la Asociación Herreña Independiente señorea tres asientos con 2500 sufragios… mientras Nueva Canarias debe conformarse con cinco a pesar de sus 94 000 papeletas (cuenta, eso sí, con el mejor orador, el señor Rodríguez).

   Elemental conclusión, pues: no existe la democracia en la tal institución política. Acaso funciona un remedo, algo que pretende parecerse aunque no logra la distribución ordenada por sentido común y la exacta decisión de los votantes. El poder popular, pues, es ficción, fantasía, simulación. Y me atoleta ratificar que aceptamos como normal las cambadas reglas implacablemente irrespetuosas con nuestras voluntades.

    Así, participamos de un juego en su totalidad contrario a voluntades del pueblo (“gente”, diría el señor Iglesias; “ciudadanos”, el muy honorable señor Rivera; “españoles y españolas” el señor Rajoy; otros prefieren “gleba, siervos, vasallos”). Y callamos frente a irreverentes conclusiones oficiales impuestas por un sistema desatinado e inmoral desde sus inicios allá en los Pactos del Teide, milenio anterior. Exactamente el mismo sistema que hoy padecen Ciudadanos, Nueva Canarias (formación inexistente como tal mientras formó parte de CC)...

   Pero también el PSOE soportó tales escabrosas estructuras cuando en 1993 fue fagocitado por sus íntimos aliados de ATI, esencia y matriz paridora de la futura Coalición Canaria (después, CoATIción), riguroso parto de intereses extrapolíticos e inteligente confluencia de añoranzas empresariales con nombres y apellidos. Sus dirigentes se vieron embriagados por absolutistas poderes, y los ejercieron. Estos obnubilaron razones y prudencias a varios mortales y los convencieron de divinas ascensiones a los cielos y sempiternas inmortalidades en el Poder. Por tal razón –recordemos- en 2007 los psocialistas canarios del señor López Aguilar no lograron la casi utópica mayoría absoluta a pesar de que superaron en 100 000 votos a CC, la segunda formación más votada: otra vez el PSOE víctima de sus equilibrismos iniciales. (Sirva como recordatorio al PP actual: la fuerza más votada no gobernó, fue la oposición ante el Gobierno CC – PP.)

   Muchas convulsiones, pues, en torno al Parlamento y a sus señorías. Visto lo visto, quienes como tales ejercen saben algo fundamental: no están autorizadas consideraciones personales por más que se prediquen libertades y autonomías. Por tanto, el partido impone sus rígidas normas y obliga al cumplimiento de las mismas. Y como hay auténtica devoción, muchos aspirantes frenan ímpetus, personalidades y advocaciones al puro sistema democrático para pertenecer al reducido número de los llamados. No obstante, a veces surgen éticos disidentes en trascendentales cuestiones. Así, serán sancionados por su partido tres parlamentarios del PSOE -señora Corujo y señores Matos y Corujo- por ausentarse en la votación sobre la Ley del Suelo presentada por el Gobierno CC - PSOE, carta blanca para ayuntamientos con escasas o nulas sensibilidades medioambientales. Y de eso sabemos en Canarias. 

matos corujo

envite   Algunas señorías, con rigor y seriedad, ejercen como tales. Otras se dejan ir -como en el envite- a las órdenes del capitán. Las terceras, en apariencia dan fe de vida cuando Hacienda les ingresa sueldos, salarios, mensualidades, pagas, jornales, adicionales emolumentos o estipendios. (¿Por qué nuestra lengua -me planteo- es tan rica en voces que se refieren, por ejemplo, a vivir a cuenta del Estado?)  

   La percepción de los tales haberes de sus señorías -a veces sin nada a cambio- es rigurosa: nunca hay problemas para su transferencia; nunca se retrasa como alguna vez sucede en la empresa privada o entre los jubilados, de tal manera que en estos el ingreso oficial (día 25 si el mes tiene treinta días; el 26, si es de treintaiuno) puede alargarse más si cae en viernes, pues entonces el ingreso se realiza el lunes siguiente acaso con la jodelona idea de que duren los setecientos euros percibidos por miles de ellos. Y eso, sin discusión alguna, constituye la esencia de la justicia social. ¡Faltaría plus!

   Me tocó la tarde de flagelación mental: a fin de cuentas andaba ya asirocado y sorimbado por el puñetero desajuste psocialista (no me afecta personalmente, pero sí me emputa). Quise, por ello, acercarme a nuestros representantes políticos parlamentarios a pesar, insisto, de la exagerada imperfección del sistema, técnicamente corregible. Supe, pues, que la Cámara canaria es hoy mayoritariamente universitaria, aunque la de Barcelona es la primera universidad española en el anglicismo ránking (listado, lista o tabla de clasificación, dicho sea en español): ocupa el número ciento sesenta entre las mejores doscientas cincuenta del mundo.

   No obstante, más próximo está el día soñado: contaremos con señorías como las que conformaron la Cámara de la II República (1931): Ortega, Marañón, Unamuno, Lamamie de Clairac, Alcalá Zamora, Lerroux, Fernando de los Ríos, Jiménez de Asúa, Besteiro, Negrín, Azaña... Y con sindicalistas de rigor, seriedad y compromiso como Marcelino Camacho (parlamentario, 1977 - 1981) y Nicolás Redondo (renunció a su escaño, 1987, por absoluto desacuerdo con la política laboral y social del señor González, quien acaba de culminar su destructiva tarea).

congreso república

camacho redondo

   Sin embargo echo de menos artículos (vuelve a ser excepción el señor Rodríguez), ensayos… tan imprescindibles para saber de pensamientos e Ideas de sus señorías, las nuestras. Necesito hacerme a la idea.

* En La casa de mi tía por gentileza de Nicolás Guerra Aguiar

 

nicolás guerra aguiar reseña