¿Es la Iglesia Católica, de Jesucristo? - por Erasmo Quintana

 

¿Es la Iglesia Católica, de Jesucristo? - por Erasmo Quintana *

En septiembre pasado, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno dictaminó que el Gobierno en funciones debía hacer público el listado de los más de 30.000 inmuebles que la Iglesia Católica ha inmatriculado desde 1998: Catedrales, ermitas, casas parroquiales, fuentes y plazas públicas, relación que está elaborada y en poder del Ministerio de Justicia, desde hace próximo a dos años. Sin embargo, Justicia desoyó el requerimiento del C. de Transparencia y en lugar de entregar dicho listado al periódico EL PAÍS, que lo había solicitado conforme a la Ley de Transparencia, acudió a los Tribunales para continuar manteniendo ocultas dichas propiedades. Justicia presentó recurso contencioso administrativo contra la resolución de Transparencia, la cual ha sido admitida a trámite. Así, la Administración contra la Administración.

Inmatriculación es registrar un bien por primera vez, según la jerga administrativa. Pues bien, la lista de inmatriculaciones fue elaborada en cumplimiento de una proposición no de ley por el Congreso de los Diputados y presentada por el PSOE, cuando estaba en la oposición. en abril de 2017, la cual fue aprobada con los votos en

contra del PP y Cs. Aquella instaba al Gobierno de Mariano Rajoy a elaborar una relación de los bienes inmatriculados desde 1998, año en que el Ejecutivo de Aznar había reformado la Ley Hipotecaria. Hasta hace cuatro años la Iglesia podía inscribir inmuebles (todos los que le diera la gana) sin tener que demostrar su propiedad, bastando que lo hiciera un obispo, que hacía de registrador de la propiedad. Por esa fecha, el máximo responsable del PP, Aznar, vendió a la Iglesia la Mezquita de Córdoba por unos poquitos euros de nada. Ahora aquello es una mina para los curas. Esto le venía permitido a la Iglesia de Cristo por un reglamento franquista de 1947 que, sin embargo, excluía las inmatriculaciones de los centros de culto pero, con la Reforma de la Ley Hipotecaria, se eliminó esta excepción.

El propio Gobierno en funciones anunció en verano del año pasado, que tras la publicación iniciaría un proceso de impugnación de los “bienes de dominio público” incorrectamente inscritos a nombre de la Iglesia. Como mucho de lo que ha prometido Pedro Sánchez, nada ha hecho, y el documento en uno de los cajones del Ministerio de Justicia

desde febrero de 2018. Esta misma fecha corresponde con el día en que el Colegio de Registradores de la Propiedad remitió al Ejecutivo el documento íntegro, según ha afirmado el Consejo de Transparencia en la misiva, en la que daba la razón al diario EL PAÍS, donde le decía que “el listado existe y no es una versión provisional. Es información pública.” La Abogacía del Estado, está previsto que representará en los Tribunales al ministerio, y el Consejo de Transparencia, al ser la parte demandada, tendrá que satisfacer la minuta de los abogados privados para defenderse, pese a que forma parte, también, de la Administración General del Estado. Lo que vemos en nuestro país, difícilmente lo veremos en otros de nuestro entorno. España es única.

¿Es la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, de Jesucristo? A la altura de mis días -créanme mis amigos y amigas- no lo sé. Aparte de que todo el tiempo de su existencia, más de dos milenios, ha sido poner la mano, también fue sus Papas, yendo a la guerra en buenos caballos, con la cruz y la espada; teniendo hijos con  elegidas concubinas y amasando inmensas fortunas, hasta lo de hoy, con el Banco Ambrosiano. Y lo que es más impresentable, su afición a la histórica pederastia, que un Papa (Juan Pablo II, al que han canonizado haciéndolo santo), trató y consiguió ocultar. Su ambición de riquezas no ha tenido límites, a pesar de que en el Evangelio se dice que el reino de Dios es de los pobres.

En presencia de tanta incoherencia, disimulo e hipocresía clerical, a ver, por favor, si alguien me dice que no es verdad lo que veo, a fin de tener un poco de fe en esta religión. Que no es verdad su desmedida ambición por adquirir cosas y bienes materiales, algo diametralmente contrario a su credo; que no es verdad que va para un año y todavía no ha firmado el traspaso del antiguo Colegio de los Salesianos de Guía, el cual Doña Eusebia testó en favor de los niños vulnerables y necesitados del
municipio, que iría destinado a ser un Centro Sociosanitario, solucionándole la vida a tantísimas personas mayores dependientes de todo para conseguir, -el tiempo que tengan destinado- una vida con dignidad. Díganme, por favor, que no es verdad que la Iglesia Católica se niega a indemnizar a los niños sodomizados en numerosos colegios católicos de distintos países durante años, por las terribles secuelas que los abusos naturalmente comportan. Díganme que es mentira que varios obispos afirman que son los niños quienes provocan a los sacerdotes. Por favor, que no es veRdad el compromiso Estado español-Vaticano -el Concordato con la Santa Sede-, mediante el cual España se obliga a beneficiar a la Iglesia con una millonada de euros anualmente, habiendo tantas necesidades sociales no atendidas en nuestro país. A ver si hay alguien que me diga que nada de esto es verdad. Por favor.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana