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domingo, 28 de abril de 2024 01:02h.

Como estoy por la confluencia monto otra plataforma - por Carlos Martínez

Confluencia es la palabra mágica. Por eso todas y todos queremos confluir, luego, cada cual tiene su fórmula y sabe lo que hacer. Por eso nos tiramos los trastos buscando la unidad. Eso sí, todo por altruismo...

Como estoy por la confluencia monto otra plataforma - por Carlos Martínez, co-primer secretario de Alternativa Socialista *

Confluencia es la palabra mágica. Por eso todas y todos queremos confluir, luego, cada cual tiene su fórmula y sabe lo que hacer. Por eso nos tiramos los trastos buscando la unidad. Eso sí, todo por altruismo. Tanto altruismo, que no nos importa lo que opine o el despiste del pueblo soberano que puede acabar como en L´Hospitalet –feudo de la izquierda clásica- votando al partido ultra-liberal Ciudadanos, pero nítidamente opuesto a la independencia de Cataluña. Confusión de ideas, mensajes, plataformas y al final… Los Neoliberales todos, frotándose las manos.

El bipartidismo, tranquilo y además el nuevo juguete derechista, confuso, reaccionario pero populista en el horizonte-Ciudadanos- presto a ser el perejil de todas las salsas.

La confluencia conduce a otro concepto mágico, la unidad popular. La unidad de las izquierdas. La unidad de… ¿Qué hay de lo mío?

Dice Podemos que la unidad popular soy yo. El problema es que en el Baix Llobregat no les han creído, tampoco en el Báges, ni… Ni en Nou Barris. Pensemos. Podemos pensar que tal vez nos hemos equivocado y que no somos ni siquiera insustituibles, o que tal vez el PSC-PSOE-PSOE-PSC no está tan débil ¿Y por qué? No será que mareamos y no estamos pensando que como llegar a las y los humildes.

Ahora en Común sigue en su jaula de grillos. Pero claro todo proceso asambleario tiene mucho de jaula de grillos. No nos asustemos.

 ¿Que los partidos desean influir?, Pues para eso están o estamos, sino ¿Qué objetivo tenemos? No es malo, lo que hay que hacerlo es por derecho y a las claras. Yo siempre que voy a una reunión política digo que soy de Alternativa Socialista y no me escondo tras una asociación u ONG, sino que difundo y defiendo mis ideas.

 El sarampión anti-partidos lo han provocado ellos mismos, es cierto, por culpa de sus oligarquías de hierro y su burocracia profesional. Pero librados de cargas personalistas y sectarias, son la única garantía de un trabajo sistemático y diario, antes, durante y después de las elecciones. Además no me gusta coincidir con José Antonio Primo de Ribera, ni en eso, ni en nada, aunque sea de forma total y absolutamente involuntaria.

 Los partidos son una conquista de las clases trabajadoras, como partidos de masas y no como cuadros oligárquicos burgueses. Si uno es anarquista, pues ya es otra cuestión y en ese caso, no solo no participa en política institucional, sino que es duro y crítico con ella. Pero claro, como yo entiendo que un anarquista, no participa de plataformas políticas electorales, pues entiendo que no es el objetivo de este artículo. Además crear partidos y difundir ideas políticas es un derecho humano.

Lo único sensato que ahora se puede hacer es llamar a la madurez y la cordura. En estos momentos, la izquierda transformadora se encuentra dividida en tres plataformas o partidos, al menos. A saber, el partido Podemos, Ahora en Común y la nueva plataforma de la Izquierda que lideran Gaspar Llamazares, Baltasar Garzón y Tasio Oliver. Tres esfuerzos unitarios. Fuego cruzado entre IU y sectores de IU, más Podemos y sus críticos con algún acompañamiento estrella. A eso hay que sumarle las plataformas también unitarias de varios territorios y nacionalidades.

Creo que la sensatez obliga a decir que esto es una locura y que la gente normal, trabajadora o empobrecida y pobre, no va a entender nada o bien a rio revuelto ganancia de pescadores. Pescadores de derecha radical, pero con propuestas “sociales”. La realidad es que creo que a la gran mayoría de las víctimas de la crisis y la austeridad, no les interesan estos bailes de salón.

Pienso, que lo más sensato hubiera sido desde el principio un acuerdo político incluyendo a movimientos sociales, una amplia coalición de las izquierdas, constituyentes y republicanas o al menos opuestas a la corrupción y al régimen corrupto. Haber conformado un acuerdo de las fuerzas opuestas a la austeridad, el 135 y la Troika, pero con amplias bases participativas, ciudadanas y con votaciones previas al objeto de poder elegir sus listas con participación y tratar de ilusionar mediante ello a gran parte del despistado e ignorado pueblo soberano.

Tenemos derecho a elegir nuestra cabeza de cartel y futuro presidenta/e de gobierno y tenemos derecho a elegir en las circunscripciones las personas que nos van a representar.

Tiene derecho la izquierda y los partidos de izquierda a impulsar la unidad popular, de las izquierdas y de las clases subalternas.

Finalizaré diciendo que respeto Madrid y a muchas personas de Madrid. Pero el espectáculo que se está dando en la Villa y Corte al resto del Estado, días antes de las elecciones, es digamos caótico. Los mensajes que nos llegan son de confusión, conspiración y personalismos desatados.

Esto en un Estado en el que de grado o por fuerza, conviven varias naciones y lenguas. Grandes ciudades costeras y con puertos de mar y que no dependen de la capital, al contrario. Grandes comunidades autónomas con mayor población que la central y toda una red de ciudades medias con vida propia y experiencias propias. El neo centralismo de las izquierdas, resulta decimonónico. Esto no es Uruguay, tampoco Francia. Por lo que escuchar a activistas de ciudades de doscientos mil, cuatrocientos mil, un millón de habitantes decir “haber que dicen en Madrid” resulta pobre y ridículo. Madrid dirá lo que quiera. Pero esto o lo levantamos de forma federal y democrática o del centro… No sé pero lo que es ahora poco bueno. En cualquier caso, seguimos respondiendo a una configuración borbónica de Estado, de un Estado borbónico y regido por un Borbón, que sigue colonizando nuestras mentes.

Basta de cenáculos madrileños y más trabajo de base y en la base. Recuerdo, una victoria de las izquierdas o anti-austeridad y recortes, solo se puede dar venciendo no solo en Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. No, hay que vencer o sacar buenos resultados en Albacete, Zamora, Las Palmas, Teruel o Ciudad Real etc. etc. siento, lo pero o hablamos claro o no nos entendemos.

http://portuarioenexcedencia.com/?p=1179

* En La casa de mi tía por gentileza de Carlos Martínez