Las feministas fueron a la peluquería, ¡traidoras! - por Nicolás Guerra Aguiar
Las feministas fueron a la peluquería, ¡traidoras! - por Nicolás Guerra Aguiar *
Mujeres y hombres con altas responsabilidades políticas en gobiernos del PP -más el propio partido- manifestaron días antes su opinión opuesta a la inmediata huelga feminista del 8 de marzo. Por tanto, ejercían su inviolable derecho constitucional a la libertad de expresión. Así que tome nota el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, sospechoso enemigo de España.
Para ellas, ellos y el PP (versión oficial) la movilización jedía a azufre y desequilibrio político: pretendía “romper el modelo de sociedad occidental”. Terrible temeridad y, a la vez, peligrosísima capacidad destructiva la del movimiento feminista pues la “sociedad occidental” europea tiene como miembros a varios países de arraigada tradición en pensamientos y libertades.
Bien es cierto que luego se desdijeron. Tal corrección quizás se debió a dos cuestiones: una, el prudente replanteamiento del tema (hay en el PP gente muy capacitada y racional). Otra, porque acaso descubrieron lo que se les venía encima con su actitud tan radicalmente opuesta y manifiesto ardor patrio.
Me alegro si fue lo primero, pues hay arrebatos del subconsciente que caracterizan a muchos políticos ajenos a mesuras y sensateces. (Ejemplifíquese tal desajuste en la natural debilidad de una señora parlamentaria tras su aristotélica sentencia: "Las mujeres en huelga tendrán tiempo para ir a la peluquería".)
Pero si fue producto del pánico, les ocurrió lo mismo que al señor Rajoy: la amplia cobertura periodística y la internacionalización de la convocatoria anunciaban un éxito sin precedentes. Lo cual tradujo el directo compromiso de miles y miles de mujeres (miles y miles de votos) en una España desestabilizada también por los jubilados (también miles y miles de votos) que también se echan hoy a la calle y llegaron el día 8 a las puertas del mismo Congreso de los Diputados.
Por tanto, en horas cuarenta y ocho la huelga “insolidaria e irresponsable”, cargada de connotaciones políticas “por su vinculación con la izquierda radical” (psicoanalizable obsesión con Podemos) pasó a ser defendida por el mismo PP y los Mío Çid de la vanguardia española: fue el retorno de los cruzados.
La huelga feminista, ayer “elitista” y revolucionaria, se transformó para el PP en “compromiso con todas las mujeres” incluidas –sospecho- divorciadas, lesbianas, madres solteras, abortistas, usuarias de anticonceptivos… A fin de cuentas el feminismo no es solo el principio de igualdad de derechos hombre – mujer. Va más allá: también pretende que en cuestiones relacionadas con su intimidad la mujer sea, exclusivamente, quien decida en rigurosa libertad.
Y todo, por supuesto, tras visiones y conjuros del señor Rajoy. Este dejó políticamente seducidas pero abandonadas (sedottas e abbandonatas) en su proyecto de huelga a la japonesa a las señoras García Tejerina (ministra de Agricultura y otros menesteres) y Cifuentes (presidenta del Gobierno autonómico de Madrid): “No me reconozco en la afirmación de huelga a la japonesa que ha hecho algún miembro de mi partido”. (Por cierto, la huelga a la japonesa es a Japón lo que la ensaladilla rusa es a Rusia: absolutamente desconocida.)
Radical cambio rajoyano, no obstante, pues en enero le había contestado con un “No nos metamos ahora en eso” al periodista que le preguntó por la diferencia salarial entre hombres y mujeres. La función del Gobierno, amplió, no es entrometerse en los asuntos internos de las empresas (sueldo de los trabajadores, por ejemplo). Así, sin intromisiones, “España está mejor que la media Europea”, dijo.
Lo cual, si es correcta su afirmación, nos lleva a dos observaciones: España podría ser el primer país europeo en equiparación salarial a poco que el Gobierno intervenga para enseñar a Europa cómo se hace. Dos: no pongo en duda sus palabras, insisto. Pero, ¿puede decir lo mismo sobre derechos políticos y libertades civiles?
La evolución ideológica que vaporiza el trasnochado planteamiento de la mujer versión Sección Femenina es perceptible, también, en el señor Hernando, portavoz del PP en el Congreso: se declaró feminista por los cuatro costados el mismo 8 de marzo para bien de España y los españoles. Revolucionario giro ideológico en quien pregonaba días antes que "Las mujeres no están para perder parte de su salario con estas cosas", es decir, las huelgas. Lo cual lleva también a otro planteamiento: ¿”No están” porque la huelga es cosa de hombres o es el reconocimiento de su pírrico salario? Agitador mensaje el del señor Hernando, vive Dios.)
Pero hete aquí que mientras la señora Pastor (presidenta del Congreso de los diputados y mujer destacada en el PP) pregonaba que “Esto no va de partidos, esto es transversal y va de mujeres”, algunas feministas en huelga podrían aprovechar el día no para pasear a sus padres o parejas, egoístas que son. Al verse libres del trabajo… “tendrán tiempo para ir a la peluquería”, vaticinó Doña Ppepa, exconcejala, exalcaldesa, exsenadora, parlamentaria regional…
Pepa Luzardo, Triana Alta
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar