"El giro real” de Elfidio Alonso - por José Manuel Castellano Gil
RESEÑA DEL LIBRO
“El giro real” de Elfidio Alonso
Dr. José Manuel Castellano Gil (PhD)
Miembro de la Academia Nacional de Historia de Ecuador
El Giro Real, como tendremos oportunidad de exponer, no es simplemente una novela que gira en torno a las riñas o peleas de gallos. Es mucho más que eso. Es una novela con fuertes tintes históricos que aborda con una alta dosis de rigurosidad, a través de un corpus documental serio y diverso, dos momentos, dos periodos históricos diferenciados del pasado del Archipiélago canario. Dos periodos entrelazados y vinculados entre sí; aunque yo diría más, dos periodos históricos que el autor ha conectado -creo que con toda intencionalidad- con el presente (pero el presente de la década de los ochenta) y no como un simple acto de reencuentro romántico con su pasado colectivo sino como un medio a través del cual intenta mostrar su compromiso, su visión de aquella y esta realidad con una mirada crítica, reivindicativa y manifestando abiertamente a través del simbolismo y la metáfora su manera de ver, sentir, pensar y proyectar el futuro de Canarias.
Una novedosa visión que circula entre tres planos temporales donde el sujeto, el autor -a través de las riñas de gallos- dibuja, traza y visualiza nada más y nada menos que la configuración social y cultural de Canarias y que adereza con su propio sello y experiencia cognoscitiva. La novela nos propone, en esencia, el problema de la “canariedad” y el concepto “isla” desde una doble perspectiva: cultural y social. Un conflicto presente, vivo y actual. Y esto es realmente importante, porque si han transcurrido ya sin querer poco más de treinta años de su primera edición, que son muchísimos años si lo relacionamos a los impresionantes cambios que se han sucedido en estas tres últimas décadas en la sociedad canaria, nos damos cuenta al mismo tiempo que treinta o “veinte años no es nada”, como decía Carlos Gardel, porque la esencia de “El giro real” es tan viva que parece haber sido escrita en estos últimos meses; pues la novela tiene una lectura que a mí se me antoja de rabiosa actualidad. Y quizás este aspecto esté señalando dos cuestiones relevantes: por un lado, la acertada visión dinámica del autor sobre la realidad del pasado insular y archipielágico; y un segundo elemento, difícil de digerir, pues viene a significar que estamos donde estábamos hace treinta años, que no hemos avanzado, a pesar de los cambios formales, o bien que poco o casi nada se ha modificado desde entonces en los mecanismos sociales y culturales de esta isla, de este Archipiélago. Es decir los problemas que apuntaba Elfidio en su momento, en la década de los ochenta, están todavía hoy, en pleno siglo XXI, tan lejos de resolverse como de ser afrontados simplemente a través de la confrontación abierta de las ideas.
La novela se enmarca, como decía, en dos relatos complementarios vinculados aparentemente por una temática concreta: las peleas de gallos, que se desarrollan en dos períodos históricos: uno, en la última fase de la Etapa Moderna (segunda mitad del siglo XVIII) donde comienza a fraguarse, desde el punto de vista de las ideas, la transformación social y económica que dará origen a una nueva edad histórica: la Etapa Contemporánea y que tiene como escenario la ciudad de La Laguna. Mientras que el segundo relato, que se extiende y abarca una gran parte del siglo XX, visualiza el contexto social de la isla de La Palma. No obstante, consideramos que los nexos comunicantes entre ambos relatos van mucho más allá de las riñas de gallos; pues creemos, que Elfidio diseña, configura y expone la esencia básica de la novela hacia una crítica abierta sobre la realidad de Canarias, a partir de esos dos periodos que confluyen en la actualidad, mejor dicho, en la década de los ochenta de la pasada centuria pero que su sombra se proyecta hasta estos momentos. Asimismo, la obra refleja otra dicotomía interesante al abordar el autor también dos marcos espaciales específicos y diferenciados, como síntesis del contexto archipielágico: la visión urbana y la agraria: La Laguna del siglo XVIII, una ciudad puntera en cuanto a las ideas ilustradas, con su ámbito cultural, y la isla de La Palma que viene a simbolizar al mundo agrario y su caracterización social.
Como ya hemos señalado, el mundo de las peleas de gallos es el vehículo literario que el autor utiliza para establecer una conexión fluida entre ambos relatos pero al que le otorga también una atención y tratamiento destacado, es decir, no es una simple utilización o mero recurso literario. Y en ese sentido y al mismo tiempo, la novela adquiere otra función: puede ser considerada en cierta manera como un manual encubierto sobre el mundo que rodea a esta tradición antiquísima, las peleas de gallos; donde aborda su compleja historia, sus conexiones, sistemas de entrenamientos, curas, cruces, así como la introducción de gallos en Canarias, sus vínculos con Inglaterra y con Cuba, el impacto y el arraigo de esta tradición en la sociedad canaria que sirvió de aglutinante social donde confluían tanto las clases acomodadas como los sectores más humildes y como un elemento de comunicación socioeconómico entre las distintas comarcas de la isla y todo ello acompañado de su propio léxico.
En definitiva, dos relatos independientes y dependientes que caminan hacia un mismo destino: la emigración. Uno de ellos basado en la realidad con ciertos toques novelísticos y otro ficticio pero fundamentado en la memoria histórica de Canarias. Dos historias, dos realidades con un mismo sueño: “El giro real”. Y en ese sentido, más que una novela histórica, que lo es, y que repasa los aspectos básicos de la edad moderna y contemporánea de Canarias, puede considerarse también, y permítanme esta herejía literaria, como una obra de ensayo, donde su autor partiendo de un testimonio histórico expone, reflexiona y postula. Y aún digo más, este excelente texto, a mi juicio, debe ser considerado como un libro imprescindible, como una herramienta básica y esencial, no sólo en el ámbito de la enseñanza secundaria y universitaria desde esa doble funcionalidad: histórica y literaria, amén de un compendio o tratado sobre las peleas de gallos, sino también como una obra básica y referencial para el conjunto de la sociedad canaria en esa búsqueda de una conformación colectiva en constante avance.
Sin embargo, la realidad exterior -después de experimentarla en carne propia- le resultó tan decepcionante que afloró “el embrujo de la añoranza, la ausencia del mar, el apego a la tierra”. Y como muy bien señala Elfidio: “Claudicaba el giro real, tal vez porque era un gallo viejo y añoraba el corral nativo, cansado de engaños y traiciones; de sentirse marginado y perseguido; había tenido suficientes ocasiones como para poder afirmar que la mediocridad y el nepotismo se daban en la Corte con mayor profusión, si cabe, que en las islas”. Pero su compromiso y su sentido de la responsabilidad ética no le permitían, no estaba dispuesto, a “vender la pluma y la sotana al mejor postor”. Por tanto, decide regresar con la lección bien aprendida, siendo consciente de que él sólo no iba a luchar contra los elementos… esa batalla, esa pelea quedaba pendiente para otra etapa de la historia en la que los canarios fueran capaces de mejorar culturalmente y pudieran superar el aislamiento, las pugnas intestinas, frenar el avance de los mediocres y de los entreguistas. Y en este sentido, apuesta ciegamente por el papel de los jóvenes valores, en los que deposita todas sus esperanzas, porque Canarias estaba y está necesitada de savia nueva.
“El giro real” es un canto a la canariedad pero poniendo sobre la mesa de forma clara y contundente los vicios y defectos sociales y culturales de una sociedad que en su conjunto ha impedido la forja de una conciencia colectiva de pueblo. Un canto a la canariedad en continua evolución basado en un mestizaje como búsqueda de ese “giro real” que consolide, estructure y vertebre a la sociedad canaria en un colectivo bajo una idea aglutinante y no excluyente.
En definitiva, una novela histórica, un ensayo novelado, un testimonio crítico, una denuncia, una gran metáfora: la canariedad, el concepto isla y el mundo cultural como instrumento necesario de cambio y transformación.
Elfidio vuelca en esta obra su conocimiento, su experiencia vital y el mundo de sus ideas para reflexionar y analizar desde una perspectiva dinámica a la sociedad insular y creo que con esta reedición, con este reencuentro con su obra después de veinte años, supondrá también un reencuentro íntimo, especial, del autor consigo mismo, un elemento más a añadir a la reflexión no sólo para él sino, muy especialmente, para todos nosotros como protagonistas y co-responsables de nuestro tiempo histórico. Este libro tiene esa gran cualidad: la de interrogarnos, preguntarnos y reflexionar para buscar y abrir nuevas puertas a la realidad y al futuro.
Evidentemente esta novela encierra y contiene muchos otros elementos susceptibles de análisis, de reflexión y otras tantas metáforas y simbolismos interesantes, pero no creo que sea este el momento oportuno para desvelarlas sino más bien el espacio adecuado para invitar a su lectura.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de José Manuel Castellano