El golf - por Paco Déniz

La manía que tiene el pensamiento dominante de las islas de creer que todos los turistas que vienen desean jugar al golf roza lo  cutre y lo hortera.

El almendrero de Nicolás

El golf - por Paco Déniz, diputado de PODEMOS al Parlamento de Canarias, por Tenerife *

            La manía que tiene el pensamiento dominante de las islas de creer que todos los turistas que vienen desean jugar al golf roza lo  cutre y lo hortera. Eso se le ocurrió a algún acomplejado allá por la década del cuplé, y siguen con la matraquilla haciéndonos creer que toda la gente fina, léase, gente de dinero, cuando piensan en venir a las islas sólo ve la posibilidad de satisfacer su gran deseo: meter la pelotita en el agujero. No hace mucho me dijo un diputado de Coalición Canaria que el golf es la única manera de llenar los aviones de turistas. Yo no he viajado mucho, pero las veces que lo he hecho nunca se me ha ocurrido cargar con mis palos enumerados. Pero bueno, los que trabajan para las cuarenta familias de siempre, que diría Millares, siguen viendo en eso un negocio, obvian que par de hoyos se maman media isla y media potabilizadora. Les da igual, pero a nosotros no. Lo curioso es que incluso justifican la entrada del turismo masivo en las islas occidentales como diversificación de la economía. Cámbate, más turismo es diversificación. Incluso, algún miembro del partido de Felipe González ha dicho que negar a estas tres islas el desarrollismo turístico conlleva la emigración juvenil. O sea, no es porque los caciques de toda la vida no hayan visto más desarrollo que la agricultura de exportación o el turismo salvaje, no, no es porque hayan mantenido a la población con sueldos de miseria, ¡qué va! no es porque nos hayan convertido en un almacén de plátanos que diría Alonso Quesada en su República Bananera, o de tomates, ni porque las crisis cíclicas de una economía basada en monocultivos nos conviertan ultradependientes, como dicta la Historia Económica de las Islas Canarias. Ahora, los que provocamos la emigración somos los ecologistas y la izquierda con nuestras propuestas de desarrollo sostenible y de un turismo más respetuoso. Sinceramente, lo del PSOE no hay por dónde cogerlo.

Qué quieren que les diga, yo sigo pensando que el golfismo es una habilidad social que tienen algunos para hacer negocio mientras caminan  cerrando negocios y tapando hoyos sin que nadie te oiga. Luego se ponen una toallita alrededor del cuello con unas cholas finas, y te conviertes en un turista de calidad. Es como jugar al boliche, pero sin agacharte tanto.

* En La casa de mi tía por gentileza de Paco Déniz