las “cartas malditas"

IMV: ansiedad burocrática y suspense para terminar un año difícil - por Sarah Babiker

 

Yo, Chema Tante, recomiendo, con mucha mortificación, este artículo y felicito a Escrivá. Uno del Pp o de Vox, no lo haría mejor.

IMV: ansiedad burocrática y suspense para terminar un año difícil - por Sarah Babiker *

Mientras la mayoría de las personas que vieron rebajada o suspendida su ayuda en noviembre aún no tienen respuesta sobre el por qué de la modificación, la seguridad social requiere documentación urgente a miles de perceptores en plenas fechas festivas.

Es jueves 22 de diciembre, un día en el que los medios de comunicación y las redes están pendientes del Gordo de Navidad, ese promesa de prosperidad instantánea que año tras año hace a la gente adquirir un boleto, esperando que la suerte esté de su lado. No falta nada para Nochebuena y Navidad, y miles de personas apelan a otra suerte más modesta, que entre en su cuenta bancaria el Ingreso Mínimo Vital a tiempo para las fiestas. En los siguientes días la gente se va avisando del día en qué lo abona cada banco, temen no cobrar hasta el 27 por los festivos. El suspense no termina ahí, a finales de noviembre muchas de las personas perceptoras vieron la cuantía percibida disminuída e incluso suspendida la ayuda. A falta de más información por parte de la Seguridad Social sobre los por qué de la modificación, diciembre es el mes en el que esperan confirmar, por la vía de los hechos, cómo queda su IMV. 

INGRESO MÍNIMO VITAl¡L
La Seguridad Social suspende o reduce el IMV sin aviso previo

SARAH BABIKER

 

Durante las semanas posteriores al 22 de noviembre, cuando empezaron a sudecerse rebajas y suspensiones del IMV sin notificaciones previas, y sin documentos oficiales que explicaran los nuevos cálculos, miles de personas han tratado de averiguar el por qué del cambio, en teléfonos donde difícilmente se atiende, o pidiendo citas presenciales en el INSS que no siempre son resolutivas. Los grupos virtuales de personas afectadas se llenan de consultas: casos particulares con diversas causísticas a los que une el desconcierto ante la situación. Acabando el año, la gente sigue buscando respuesta de la administración. Por otro lado, la administración sí se ha comunicado con numerosos perceptores de la ayuda, pero no para aportar información sino para requerirles más documentación, papeles que deberán entregar antes de que acabe el año.

Rosa García, trabajadora social en Carabanchel, las llama “cartas malditas”, “han llegado desde el 14 de diciembre a muchos hogares que cobran IMV de oficio desde el 2020. Están fiscalizando todo, cosa que me parece correcta, pero las cartas les están llegando hasta la fecha de hoy para entregar toda esta documentación antes del 31 de diciembre”, García comparte una carta recibida por una usuaria. Una mujer a la que se le exigen casi una decena de documentos que deberá solicitar en diversas administraciones, administraciones que no se vienen distinguiendo por su diligencia, y ademas en plenas fechas navideñas. “Son cartas genéricas, con lo cual no todo el mundo tiene que presentar todo, pero cuando la gente lo lee se asusta, empieza el caos: Ansiedades, depresiones, histerias”.

"Las cartas han llegado desde el 14 de diciembre a muchos hogares que cobran IMV de oficio desde el 2020. Están fiscalizando todo, cosa que me parece correcta, pero las cartas les están llegando hasta la fecha de hoy para entregar toda esta documentación antes del 31 de diciembre”

22 familias han contactado a García tras recibir estas cartas, a parte, intuye, hoy 27 de diciembre empezarán a llamar quienes no han cobrado aún su IMV en el banco, temiendo que se les haya suspendido definitivamente la prestación. “Esto es vulnerar los derechos a los más vulnerables”, concluye García, quien piensa que en gran medida este sprint burocrático de final de año tiene que ver con un esfuerzo extra de fiscalización: “tú escribes a la gente del IMV, los operadores te dicen que no depende de ellos, que esto lo lleva otra dirección que es la Dirección de Fiscalización”.

En un grupo de telegram de personas afectadas alguien alerta de que ha recibido la dichosa carta requiriendo documentos que ni siquiera sabe muy bien qué implican, “si es todo eso no sé ni por dónde empezar y encima me pone que he de mandarlo todo antes del 31 de diciembre, si no me la quitan”, denuncia. Una situación que es “un sinvivir”. Quienes no han recibido la carta no están más tranquilos, aún es diciembre, qué pasa si les llega con cuatro dias de margen para presentar la documentación.

Es viernes 23 y Hontanares Arranz, de RMI tu derecho, tiene por fin un día de vacaciones, así que dispone de más tiempo para contestar las dudas de las personas afectadas por las vicisitudes del IMV que consultan en las redes. Desde la Plataforma que esta trabajadora social integra se ha convocado el miércoles 28 una concentración ante el Ministerio de Inclusión, a las 11:30. El objetivo, entregar un manifiesto firmado por decenas de colectivos sociales en el que exigen un Ingreso mínimo digo y vital. Los convocantes, que hablan de “940 días de aporofobia”, exigirán la dimisión, una vez más del ministro Escrivá.

Y es que los damnificados del IMV van como alma en pena buscando respuesta para situaciones que no acaban de comprender, y ahí donde la administración no responde con claridad, se abren los espacios de desinformación y rumores, máxime cuando a las propias trabajadores, como García y Arranz, que llevan esos 940 días intentando entender una prestación que cambia a cada rato, les cuesta seguir la evolución de esta ayuda.

Tan concentrada está la gente en el estrés burocrático de final de año, o intentando averiguar cuánto cobrará o si tendrá que devolver parte de lo cobrado, que casi ha pasado a segundo plano algo no menor, cuál será la cuantía a percibir a partir de enero. Y  es que como consecuencia de la guerra en Ucrania se aprobó una subida extraordinaria del 15% el pasado marzo, y en otoño se anunció una actualización con la inflación del 8'5%. “No terminan de decidir si el 15% se mantiene. Si no es así, la cuantía no subiría ese 8'5% al final, si no que habría una reducción del seis y medio”, lamenta Arranz. Pero para mucha gente, “el asunto ahora es cómo como este mes”, resume lapidaria.

“Si tu renta del año anterior es mayor que la renta del año previo te van a reducir la prestación sí o sí independientemente de lo que estés cobrando ahora, que puede ser nada. Y encima te van a pedir la devolución de once meses”

Esta trabajadora de los servicios sociales piensa que las cartas han llegado a las personas cuyos datos en la Seguridad Social no casan con los de Hacienda, aunque puntualiza: la información que se ha tenido en cuenta para las actualizaciones no proviene directamente de Hacienda sino de la declaración de la renta: comprenden errores de las propias personas y en ocasiones también, de la administración. Si el año pasado a muchas personas se les computó indebidamente el cobro de renta mínima a la hora de calcular el subsidio que les correspondía, este año ha pasado lo mismo directamente con el IMV, se indigna la integrante de RMI tu derecho.

El problema va más allá de los errores que podrían subsanarse, aunque costarán meses de esfuerzo y desamparo por parte de las personas afectadas. Es igualmente grave, explica, que la propia ley sí que ampara muchas de las modificaciones. Por ejemplo, hay quienes se han quedado sin prestación tras recibir herencias, “patrimonios compartidos entre hermanos, que además alguno de los hermanos usa y por lo tanto, no aportan ningún beneficio a la persona afectada, que solo cuenta con la titularidad de una parte, pues esa gente queda fuera”.

El hecho es que “si tu renta del año anterior es mayor que la renta del año previo te van a reducir la prestación sí o sí independientemente de lo que estés cobrando ahora, que puede ser nada. Y encima te van a pedir la devolución de once meses”. El suspense es continuo: si este año se ha cobrado una pensión por alimentación o el propio bono térmico, la actualización del año que viene tomará en cuenta esos ingresos y los descontará del IMV.

INGRESO MÍNIMO VITAL
Ingreso Mínimo Vital, los problemas que persisten bajo los anuncios de mejoras

SARAH BABIKER

 

Certificar la pobreza

Cuando se presentó el IMV su concesión estaba ligada a la unidad de convivencia, cuya composición se debía mostrar con complicados padrones colectivos e históricos. Después de que se señalara que semejantes requisitos dejaban fuera a una gran parte de los eventuales beneficiarios, entre ellos personas sin hogar, y en general, una población precarizada también en el ámbito residencial, se habilitó la excepción de los certificados de exclusión social que debían emitir los servicios sociales. En la ley figura que deben renovarse anualmente y este es el primer año que toca hacerlo, el problema, es que han empezado a requerir la renovación a pocos días de que finalizara el año.  “Es todo un despropósito” repite varias veces Arranz, que denuncia que se espere de Servicios Sociales que se dediquen todo el tiempo a certificar la pobreza, sin dotarles de medios para ello.

“Me fui desvalida de la oficina del INSS, qué desamparadas estamos las personas con vulnerabilidad. Dónde queda la humildad, el respeto de las personas y la empatía. Seguimos en este siglo con el clasismo”

No todas las personas a las que se cambió la cuantía en noviembre no han podido comunicarse con el INSS. Después de días llamando y metida en la web para conseguir una cita presencial, M. logró que la atendieran el 14 de diciembre, quería saber por qué su prestación se había reducido prácticamente a la nada. Al llegar aquel día, narra, le hicieron esperar fuera bajo la lluvia por llegar 15 minutos antes. Cuando le permiten entrar, lo hace a una sala de espera vacía. Dos personas atienden en un espacio donde hay seis mesas de trabajo. 

“Me gustaría que pudiera ayudarme a entender el por qué de mi situación”, pide. “El trabajador me dice de carrerilla un argumento de copia pega: Hacienda ha cruzado los datos, tararí tarará”. M. ya ha hablado con Hacienda y comprobado que sus ingresos del año anterior no supera el límite, también se ha dirigido al SEPE, donde no han sabido responderle, remitiéndole al INSS. En pocos minutos, explica M, el trabajador le apura, le dice que hay personas esperando. Ella le pide que por favor le aclare algo.  Él le facilita una tabla de baremos del 2022 pero no corresponde al IMV si no a la Renta Garantizada, cuando ella vuelve a preguntar, le invita a llenar una carta de reclamación. Un documento que no sabe muy bien cómo completar y nadie le va a explicar cómo hacerlo. Rellena el documento de todas formas. “En fin, me fui sin saber si esos eran mis baremos, si tendría que hacer una nueva declaración de hacienda, si mi escrito estaba bien redactado. Me fui desvalida. Qué desamparados estamos las personas con vulnerabilidad. Dónde queda la humildad, el respeto de las personas y la empatía. Seguimos en este siglo con el clasismo”, concluye M, una más de las 1,4 millones de personas que, según contabiliza el ministerio de Escrivá, recibe el IMV.

* Gracias a Sarah Babiker y a EL SALTO. En La casa de mi tía con licencia CREATIVE COMMONS

https://www.elsaltodiario.com/renta-basica/imv-ansiedad-burocratica-suspense-terminar-un-ano-dificil

SARAH BABIKER