La inclinación hacia Occidente de Erdogan no salvará su economía - por Ceyda Karan THE CRADLE *

De manera bastante imposible, el camaleónico líder turco tiene prisa por congraciarse con los líderes occidentales y del Golfo con la esperanza de frenar la caída de la lira turca y al mismo tiempo tratar de no alienar su relación con el Kremlin.

 

 

El siempre maestro político, el presidente de Turkiye, Recep Tayyip Erdogan, ha demostrado una vez más su habilidad para ajustar su rumbo. Tras su resonante victoria en las elecciones de mayo del país, no perdió tiempo en solidificar la autoridad obtenida de un mandato político fortalecido y lanzó una ofensiva de encanto en el oeste/Golfo Pérsico para reforzar el poder blando y la economía de Turkiye.

Erdogan, conocido por su imprevisibilidad tanto en la política exterior como en la interior, se enfrentó a la turbulencia económica hace dos años cuando su controvertido enfoque de tipos de interés bajos desencadenó un auge monetario que provocó una devaluación masiva de la lira turca . 

A pesar de que los críticos advirtieron sobre los peligros de esta estrategia, Erdogan se mantuvo firme, afirmando su experiencia como “ economista ”. Sin embargo, la inflación no oficial se disparó a un asombroso 160 por ciento, lo que provocó una acción urgente.

Volver a las políticas racionales

Antes del devastador terremoto del 6 de febrero en el país, la alarmante deuda externa de Turkiye, el control artificial del tipo de cambio y las políticas electorales derrochadoras ya habían generado preocupaciones importantes. Pero tras su victoria electoral, Erdogan hizo un movimiento fundamental al nombrar a Mehmet Simsek , conocido por sus estrechos vínculos con la capital occidental y del Golfo Pérsico, para encabezar el Ministerio del Tesoro y Finanzas. Esto marcó un cambio significativo hacia las “políticas racionales”.

La primera andanada de Simsek fue aumentar la tasa de política del 8 al 15 por ciento en junio y luego al 17,5 por ciento en julio, en violación del principio islámico "nas". Pero no parece haber ayudado la depreciación de la lira turca. 

  Hoy, el principal problema para el pueblo turco es la alta inflación. Las cifras oficiales citaron una inflación del 4 por ciento mensual y del 38,2 por ciento interanual en junio, pero economistas independientes sugirieron que la tasa real podría llegar al 108 por ciento . 

Con las crecientes presiones económicas, Erdogan implementó aumentos para los jubilados y las clases trabajadoras, pero su impacto se vio rápidamente erosionado por las subsiguientes alzas de precios. Los expertos advierten que se avecinan aumentos aún más sustanciales, lo que aumenta las preocupaciones de hiperinflación, especialmente después de las próximas elecciones locales programadas para marzo de 2024.

A medida que el costo de vida continúa aumentando, Turkiye es testigo de disparidades sorprendentes: las marcas de automóviles que alguna vez fueron asequibles aumentaron entre un 276 y un 440 por ciento en los últimos dos años, mientras que los contratistas adinerados evaden impuestos y deudas de préstamos. Los taxistas están cerrando y los trabajadores están organizando huelgas a pequeña escala, lo que pone de relieve las crecientes tensiones económicas que se sienten en todo el país.

Incluso dentro de la base de apoyo de Erdogan, la disidencia está aumentando. Figuras destacadas que alguna vez prometieron una lealtad inquebrantable ahora están  tomando las calles para protestar contra los aumentos del costo de vida. 

Relaciones con la OTAN 

Erdogan, que había estado tratando de mantener la neutralidad de Ankara en la crisis de Ucrania, no había descuidado la venta de armas a Kiev, mientras se beneficiaba de su acuerdo del Corredor de Cereales con Moscú. El 7 de julio, tres días antes de la cumbre de la OTAN, Erdogan recibió al presidente Volodymyr Zelensky en una reunión de dos horas y media.

En su conferencia de prensa conjunta, el presidente turco dijo que "Ucrania merece ser miembro de la OTAN", por lo que se ganó el aprecio de Zelensky. Se firmó un acuerdo con Kiev para la producción de los famosos drones Bayraktar de Turkiye en Ucrania. Y en violación del acuerdo del año pasado con Rusia, los comandantes del batallón neonazi Azov capturados en Maruipol en mayo de 2022 fueron liberados y se les permitió regresar con Zelensky.

Luego, el 10 de julio, en la Cumbre de la OTAN en Vilnius, Erdogan levantó el veto a Suecia, después de haberse opuesto con vehemencia durante meses. En medio de muchos aplausos, se anunció que el protocolo de adhesión sería presentado al parlamento turco. 

Desde el punto de vista de Moscú, la aprobación otorgada a Suecia, que ya es miembro de facto de la OTAN, o el acuerdo de producción de drones de Bayraktar con Kiev, que ya es una cuestión de leve desprecio, o las posibles instalaciones militares que serán atacadas de todos modos, no hacen ninguna diferencia. Pero está claro que la fuerte retórica sobre la “membresía de la OTAN” de Ucrania y el envío de los miembros de Azov han causado gran malestar en Rusia.

Poco después, el Acuerdo de Granos de Turquía con Moscú se rescindió el 18 de julio, en contra de los deseos de Erdogan y en contra de los esfuerzos de Turkiye para mantenerlo en juego. El presidente ruso, Vladimir Putin, ni siquiera mencionó el nombre de Erdogan cuando anunció el fin del acuerdo. Durante 15 días, Erdogan ha seguido insistiendo en que planea hablar con Putin por teléfono y recibirlo en agosto, a pesar de no recibir respuesta del Kremlin.

Erdogan ahora enfrenta una factura por miles de millones de dólares de gas natural que Moscú pospuso antes de las elecciones. Esta es la razón por la cual el destino de BOTAS, la empresa estatal de energía en el fondo soberano de riqueza de Turkiye, es motivo de preocupación.

El analista político Aydin Sezer, experto en Rusia, señala la “desconfianza” que Erdogan ha creado en Moscú, pero cree que la situación se equilibrará con la “expectativa de entendimiento” de Ankara. 

Sezer le informa a The Cradle que "Hay cierta incomodidad, pero parece ser el resentimiento clásico de Putin", dijo Sezer, enfatizando que el trabajo de Erdogan no será fácil con las deudas de gas natural diferidas.

Ofreciendo suecia a la OTAN para ser miembro de la UE 

Desde la cumbre de Madrid en 2022, Erdogan ha estado negociando con Occidente sobre la membresía de Suecia y Finlandia en la OTAN y la expansión de la alianza, y aprobó la oferta de Finlandia para unirse en abril pasado. 

Pero hasta la Cumbre de la OTAN, se mantuvo firme en sus demandas de que Suecia debe extraditar a los sospechosos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), detener su “apoyo al terrorismo”, levantar las sanciones de la industria de defensa impuestas sobre las operaciones del ejército turco en Siria y detener el Corán. quemas en Suecia.

Luego, durante su viaje a Vilnius el 10 de julio, Erdogan hizo un anuncio sorprendente, proponiendo revivir el proceso de la UE de Turkiye a cambio de la membresía de Suecia en la OTAN. Si bien la aspiración de Turkiye de pertenecer a la UE se reforzó después de las elecciones, esto se percibió inicialmente como la retórica de rutina de Erdogan para las audiencias nacionales, y la condición vinculada a la aprobación de Suecia no se consideró seriamente en Occidente. No obstante, la declaración conjunta de la OTAN reiteró el apoyo a la membresía de Turkiye en la UE, la actualización del acuerdo de unión aduanera y la liberalización de visas.

Erdogan es muy consciente de que es poco probable que se materialice la pertenencia de Turkiye a la UE. La liberalización de visas sigue siendo un sueño lejano debido al acuerdo de 2016 que convirtió a Turkiye en una zona de amortiguamiento para los refugiados que se dirigían a Europa. En el contexto de la aprobación de Suecia por parte de la OTAN, el único desarrollo tangible probable es el levantamiento de las restricciones a la industria de defensa turca por parte de los países europeos. 

El realineamiento occidental de Erdogan 

La novedad en el panorama geopolítico es la reafirmación de la firme posición de Ankara dentro del bloque atlantista, tras años de coqueteo con los adversarios euroasiáticos de Washington. En su reunión con el presidente de EE. UU., Joe Biden, Erdogan destacó el tema del “apoyo inquebrantable de EE. UU. a la membresía de Turkiye en la UE”. Incluso el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Baerbock, reconoció la importancia de Turkiye como un "actor estratégico global", a pesar de excluirlo de las consideraciones de membresía de la UE.

El encuentro Biden-Erdogan se convirtió en un concurso de promesas. Como consecuencia de la compra de Turkiye de S-400 a Rusia, Ankara fue expulsada del programa de producción occidental de F-35 en 2019, lo que provocó reveses y pérdidas financieras en la industria de defensa turca. 

En consecuencia, aunque Turkiye pagó 40 F-16 nuevos y kits de modernización para 79 de ellos, el avión y las piezas nunca se entregaron. Pero en la cumbre de la OTAN, Biden se comprometió a apoyar el proceso de los F-16. Mientras el Congreso estadounidense impone restricciones al uso de estos aviones contra aliados como Grecia en el Egeo o separatistas kurdos en Siria, Biden ha manifestado su disposición a abordar esos obstáculos. Por lo tanto, la ecuación se presenta como aviones de combate que ya se han pagado y aún no se han recibido, a cambio de la aprobación de Ankara para la candidatura de Suecia a la OTAN.

  Sezer dice que Erdogan una vez más ha logrado manipular a Occidente con su pragmatismo. Sezer le dice a The Cradle que al dar una "luz amarilla" para la membresía de Suecia en la OTAN, "es como si él dijera que sí sin decir que sí", y por otro lado, la reunión de Erdogan con Biden será un incentivo para que el establecimiento financiero de EE. UU. restablecer sus intereses comerciales en Turkiye. 

Según el Dr. Fatih Yasli de la Universidad Abant Izzet Baysal, el objetivo principal de Erdogan es restablecer las relaciones de Turkiye con Occidente en un nuevo nivel. Como le explica a La Cuna :

 

"La economía de Turkiye ha llegado al punto de la bancarrota como resultado de las políticas de tipos de cambio altos y tipos de interés bajos que ha seguido en los últimos dos años. No queda dinero en las reservas del Banco Central. Turkiye se enfrenta a una crisis de balanza de pagos … Erdogan no tiene más remedio que volver la cara hacia el oeste y reabrir el país a los flujos de capital del oeste”.

 

El dinero habla 

No está claro si o en qué medida estas maniobras resolverán el problema de recursos a corto plazo de Erdogan. Por lo tanto, su movimiento más reciente y llamativo se produjo con su gira por el Golfo Pérsico. Antes de viajar a Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos del 17 al 19 de julio, envió a su ministro de Finanzas, Simsek, para allanar el camino. 

La bancarrota de la política exterior neo-otomanista de Turkiye es ampliamente reconocida en Asia occidental y más allá. Las relaciones con Abu Dabi y el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman se han reparado en los últimos dos años, a pesar de las tensiones pasadas por temas como el intento de golpe del 15 de julio y el asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul. 

Durante su gira por el Golfo Pérsico, Erdogan enfatizó el compromiso de Ankara con su presencia militar en el norte de Siria, pero no hubo discusiones sobre este asunto. En Jeddah, se firmaron acuerdos en varios sectores, incluido un importante acuerdo para la exportación y cooperación del vehículo aéreo no tripulado Akinci.

En Abu Dhabi, se anunciaron acuerdos por valor de 50.700 millones de dólares , lo que despertó un gran interés. Si bien los valores en dólares prometidos se consideran positivos para la economía turca, existen dudas sobre la realización inmediata de las inversiones basadas en promesas anteriores que nunca se materializaron. 

Entonces, aunque la gira de Erdogan por el Golfo Pérsico marcó un esfuerzo significativo para fortalecer los lazos financieros y políticos de Turkiye con los actores regionales, muchos observadores creen que las opciones de Erdogan pueden verse limitadas después de las elecciones locales de 2024, cuando podría verse obligado a buscar ayuda financiera de los países restrictivos liderados por Occidente. instituciones, restringiendo todo el potencial de Ankara en un pivote oriental hacia el campo euroasiático. 

* Gracias a Ceyda Karan y a THE CRADLE

https://new.thecradle.co/articles/erdogans-westward-tilt-will-not-save-his-economy