“Llegaron los compañeros. La primera Agrupación Socialista de Las Palmas (1919 – 1923)” . de Agustín Millares Cantero - por Antonio Aguado
“Llegaron los compañeros. La primera Agrupación Socialista de Las Palmas (1919 – 1923)” . de Agustín Millares Cantero - por Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista *
Libro de Agustín Millares Cantero presentado en la Fundación Juan Negrín el pasado jueves 20/diciembre/2018
Desde su fundación el 02 de mayo de 1879, tuvo que pasar el PSOE durante 31 años por una larga travesía del desierto, hasta conseguir en 1910 Pablo Iglesias Posse el primer acta de diputado. Eran momentos muy adversos y difíciles como consecuencia de la situación de atraso que padecía la Sociedad y los poderes fácticos que la controlaba y explotaba: político, eclesial, económico empresarial, militar y judicial.
Esa coherencia la viví cuando a mi llegada a Londres en mayo de 1968 empecé a relacionarme con republicanos españoles exiliados, algunos tenían más de 70 años y habiendo nacido en las postrimerías del siglo 19, fueron coetáneos de los protagonistas que muy bien relata Agustín en su libro. Quiero hacer especial mención al presidente del Partido Socialista Obrero Español en Londres Lorenzo Campos compañero exiliado de Ciudad Real.
A mi regreso de Londres en 1976, tuve la suerte de conocer y compartir militancia muy activa y comprometida con los compañeros veteranos republicanos de aquel entonces. Guardo entrañables recuerdos de todos: Manuel Hernández Muñoz, Antonio Ojeda, Jorge Pulido, los hermanos del Pino Domingo e Isidro, Engracia Sosa y su marido Antonio Cardona, Juan Rodríguez Doreste, Juan Vega Yedra, Leonardo Peñate, Domingo Montesinos, Pepe Déniz y muy especialmente de mi gran maestro y referente Felo Monzón Grau Bassas.
Parecían que estaban todos hechos de “otra pasta”, habiendo sido represaliados ninguno guardaba rencor y nos inculcaban a los jóvenes principios y convicciones pero sin revancha. Nunca dejaron de ser auténticos y coherentes socialistas.
La palabra añoranza por los jerarcas socialistas ha venido siendo deliberadamente denostada: “no hay que añorar y se debe mirar hacia el futuro”. Claro que añoro todo lo mucho y bueno que ha tenido el PSOE: compromiso desinteresado, sacrificio, tolerancia, amistad, durante mi etapa en Londres y posteriormente ejerciendo la militancia cuando regresé en 1976. Entre todos nosotros primaba el respeto y compañerismo, no había cargos ni prebendas por medio y nuestra militancia era desinteresada y altruista, llegamos a no solamente sacrificarnos nosotros también sacrificábamos a nuestras familias.
Pero de un tiempo a esta parte y como consecuencia de las estructuras jerarquizadas impuestas, los dirigentes “socialistas” han ido tirando por la borda principios, valores y convicciones con resultados degradantes y decepcionantes, habiendo originado la aparición de una organización política Podemos, que ha ocupado gran parte del espacio electoral del PSOE y arrebatándole 5 millones de votos.
En el libro de Agustín Millares se refleja la viveza de una Sociedad muy luchadora que giraba en el mundo sindical a través de la Federación Obrera; algo muy diferente en la actualidad, viendo como los sindicatos, -igual que las organizaciones políticas- se han corporativizado. Incluso mantienen las estructuras del sindicato vertical, con elecciones para configurar los comités de empresa y sindicalistas que a imagen y semejanza de los políticos se perpetúan en los cargos y se han profesionalizado viviendo de los mismos.
Y en el político destacaba el Partido Republicano Federal, emergiendo en éste y siendo su líder natural José Franchy y Roca, que con gran sencillez y practicando con el ejemplo se supo ganar el respeto la admiración y apoyo de la clase trabajadora. llegó a ser el primer fiscal general del Estado canario, siendo el segundo Eligio Hernández y como ministro de Justicia el único canario que ha desempeñado con gran brillantes ese cargo institucional, poniéndonos dentro de los países más avanzado del mundo en derechos y libertades ha sido Juan Fernando López Aguilar.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Aguado Suárez