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domingo, 28 de abril de 2024 12:23h.

Los árboles son más altos y hermosos que ellos - por Juan Carlos de Sancho


Los árboles son más altos que ellos, más hermosos y perdurables. Son la belleza natural de la islas pero nuestros políticos son nuestra máxima fealdad, no conocen la Belleza, no saben de esas cosas. Ellos están en otros negocios, preocupados por la Belleza del Poder...

Los árboles son más altos que ellos, más hermosos y perdurables. Son la belleza natural de la islas pero nuestros políticos son nuestra máxima fealdad, no conocen la Belleza, no saben de esas cosas. Ellos están en otros negocios, preocupados por la Belleza del Poder, su única preocupación. No tienen una educacón exquisita, son simples burócratas sin sensibilidad. En la autopista del Sur de Gran Canaria  miles de palmeras llevan años sin regarse y más del 80% morirán sin remisión. Pero ahora que se ha producido el Desastre Natural es cuando empiezan los ayuntamientos a tomar medidas. Dicen que les preocupa el Turismo y la Ecología pero abandonan a las palmeras, un símbolo de nuestra naturaleza insular, la Belleza que ellos desprecian e ignoran porque  están abducidos por su ego profundo, por su aristocracia de clase. Todo lo que se institucionaliza se idiotiza, escribía el gran poeta Alonso Quesada. Y así nos va en esta tierra de señoritos y caciques. Estamos gobernados por idiotas. Los idiotas en Grecia eran los que no asumian ninguna responsabilidad social, los que no se comprometían con ningún asunto público.

Los incendios son el reflejo de otro incendio ético, forman parte de una absoluta delegación de responsabilidades políticas, una total falta de previsión. La clase politica no solo ha abandonado a la gente más necesitada de ayuda y protección sino también ha abandonado a la Naturaleza. Han privatizado los servicios de  Parques y Jardines, de riego y tala, el cuidado de nuestros bosques y ellos se han dedicado a lo que les corresponde, a luchar por permanecer en la poltrona a toda costa. Máxima pobreza moral de una clase política en decadencia. La Naturaleza se resiente, sufre el terrible abandono de las autoridades locales y nacionales. Solo se merecen nuestro desprecio absoluto y deberíamos exigerles la dimisón inmediata de  sus puestos  de trabajo. Están ahí por los votos de los ciudadanos, pero han despreciado a los votantes y ya no  nos representan. No han ejercido su responsabilidad, se han vendido a los mercados, han privatizado la poca ética que les quedaba. Son lo peor de esta tierra hermosa y milenaria y que por su egoismo e insolidaridad están destrozando a marchas forzadas.

Vivimos en un Paraiso. Exijamos a los futuros gobernantes de estas islas una verdadera autoridad moral, que desprivaticen lo público, que se hagan cargo de sus verdaderas compromisos sociales, que piensen en la mayoría de los habitantes de estas islas  y no solo en su ambición desmesurada. Ellos son los máximos responsables de estos desastres naturales que se repiten sin cesar año tras año. Vivimos de nuestro Paraiso Natural, no tenemos más industria que ésta. Pero ahora está en manos de gente oscura y su turno ya ha pasado.