Luise, niña asesinada por otras dos niñas - por Emilio Díaz Miranda *

El asombro y el horror ante la noticia de un niño asesinado es siempre grande. Pero cuando los autores del asesinato son ellos mismos niños la capacidad de asombro se torna enmudecimiento: no damos con las palabras adecuadas para expresar nuestros sentimientos.

Esta semana una niña de 12 años desapareció y tras intensas busquedas por los bosques vecinos se dió con el cuerpo de Luise de Freudenberg. Asesinada.

El tranquílo y apacible pueblo de Freudenberg no podia sospechar que a tal terrible hallazgo iba a suceder una todavía más terribles y horrorosa noticia: las autoras del crimen eran dos niñas

Y esas niñas tenían apénas 12 y 13 años de edad y eran amigas de la víctima.

Luise murió a causa de multiples cuchilladas que originaron la perdida de gran cantidad de sangre y consecuentemente la muerte. El Jefe de la Comisión Criminal dijo:”Lo que aparece como un motivo para niños de esa edad, no es entendible necesariamente como obligatorio en el caso de los adultos“. Es decir, la Policía debe conocer los motivos confesados que les parecen muy infantiles. Pero sobre ello la Policía no dice nada más.

Las autoras del crímen pertenecían al circulo estrecho de amistades y eran strafunmündig, según Mario Mannweiler, el fiscal del distrito de Koblenz. O sea, las autoras infantiles del asesinato no están, según la legislación alemana, sujetas a leyes penales como los adultos. Es a partir de los 14 cuando el peso de la ley les cae encima. Ahora han pasado a la custodia del Jugendamt encargado de menores de edad.

Pero la cuestión que aquí nos ocupa no deberá ser si legalmente pueden ser condenadas por la gravedad de su crímen, sino ¿cómo es posible que unas niñas de tal edad hayan sido capaces de un crimen tan atroz?

Lo fácil es echarle la culpa a los padres. Cosa que en algunos casos será cierta, pero que no es justo generalizar.

En el caso que comentamos no es típico de Alemania o de Europa, sino que se ha repetido en todos los continentes.

Y desde los tiempoS inmemoriables, como en el Génesis que principia el relato de la Bíblia, se nos enfrenta con el asesinato con los hermanos Caín y Abel. El hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Y dijo: «¡Con la ayuda del Señor, he tenido un hijo varón!» Después dio a luz a Abel, hermano de Caín. Abel se dedicó a pastorear ovejas, mientras que Caín se dedicó a trabajar la tierra. Tiempo después, Caín presentó al Señor una ofrenda del fruto de la tierra. Abel también presentó al Señor lo mejor de su rebaño, es decir, los primogénitos con su grasa. Y el Señor miró con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró así a Caín ni a su ofrenda. (Génesis 4:1-5)

Aquí podemos ver una confrontación de culturas. La cultura de los pueblos pastores y transmigrantes frente a la cultura de los pueblos agrícolas. Dado que los relatos son inventados o transmitidos por los judios pastores, es de necesidad que los agricultores fuera los malos. Es decir, no era un dios vegetariano, sino que Jehová prefería a los que comían carne a los que se alimentaban de patatas, zanahorias y lechugas. No era un Dios que veía con agrado a los veganos ni a los vegetarianos.

No se dice qué edad tenían Abel y Caín, de manera que se supuso que ya eran adultos entre 30 y 40 años de edad cuando el crímen, quizás por no creer capaces de tales actos a niños, pero recordemos que los niños ha estado siempre obligados a trabajar en la culturas primitivas desde sus primeros pasos..

El problema comenzó cuando los hermanos decidieron hacer sacrificios a Dios de cada uno de sus productos, pero Dios solo aceptó el de Abel. ¿Cómo sabían los dos hermanos y primeros hombres de la tierra que debían hacer sacrificios a Dios? La Ley de Moisés, que detalla los sacrificios a realizar, aún no había sido escrita. Y lo que era aún más problemático: ¿por qué Dios rechazó el sacrificio de Caín? El texto de la Sagrada Escritura no proporciona ninguna razón o motivo. Hay algo que sin duda influyó en la elaboración del texto bíblico, un antiguo texto sumerio describía el conflicto entre los nómadas y los primeros agricultores asentados y debe haber influido cultural y religiosamente a los semitas subordinados a los sumerios.

No importa el motivo; en términos de la intriga narrativa, el asesinato de Caín contra su hermano derrama la primera sangre humana sobre la tierra y prepara el escenario para la introducción del Mal y la corrupción de la tierra para que Dios envie el Diluvio con justificaciones morales en tiempos posteriores. Pero la edad de los hermanos es supuesta y no documentada, de forma que bien podían haber sido niños de edades entre 12 y 13 o 15.

En el caso de la niñas alemanas no es cuestión de enfrentamiento cultural, sino de desarreglos emocionales.

Cuando se escribieron los Evangelios cristianos en el siglo I d.C., se afirmaba que todos los profetas de Israel habían sido martirizados. En la carta a los Hebreos del Nuevo Testamento, se compara el sacrificio de Jesús con el de Abel. El texto decía que Abel y Jesús compartían el mismo concepto de fe en Dios, del que aparentemente carecía Caín (Hebreos 12:24).

CAÍN Y ABEL EN EL ISLAM

En el Corán, la historia de Caín y Abel se utilizó para enseñar contra el asesinato y sus resultados. Según el texto islámico Abel era piadoso y por eso bien visto por Alá mientras que Caín no era piadoso y, por eso, no era bien visto por el dios coránico.

Las tradiciones posteriores del Islam afirmaban que fue el Diablo quien motivó a Caín y le enseñó a matar. Otra tradición relataba que los hermanos se peleaban por ser él y no el otro quién se casaría con una hija de Adán y Eva.

Aquí aparecen emociones y pasiones ya más adultas que conducen al crímen fratricida.