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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

La mejor solución (de Felipe González)  - por Antonio Cabrera de León

 

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La mejor solución (de Felipe González)  - por Antonio Cabrera de León  *.

González es uno de mis sacos de boxeo favoritos, lo reconozco. Pero a él le gusta. Quiere seguir en el candelabro y si a sus ochenta años no ha aprendido a leer, ya no puede retirarse a disfrutar de buenos libros y de un poco de reflexión. No. Lo suyo es hacer declaraciones a todas horas aunque se nos acabe el poxipol de tanto pegarle los trocitos al viejo jarrón chino.

Ahora ha declarado que “El plan marroquí para el Sáhara es la mejor solución”. Descifremos su frase porque ya dijo Krahe que este “hombre blanco hablar con lengua de serpiente”: ¿Plan? Eufemismo para no decir anexión ¿Para el Sáhara? Elipsis para saltarse a los saharauis. ¿La mejor solución? Eufemismo para evitar decir que es la solución que quiere Marruecos.

El PSOE, preocupado ante su evidente soledad de traidor al pueblo saharaui, ha sacado a pasear a sus voceros. Aparte del jarrón chino, he leído a Luis Arroyo en Infolibre diciendo más de lo mismo. A otros ni siquiera me molesto en leerlos porque sé de antemano que no son más que cajas de resonancia. Leído uno, leídos todos.

Argumentar que los saharauis no pueden ejercer la autodeterminación porque Baker dijo que 150.000 personas en el desierto nunca serán un país independiente, es lo mismo que ponerse de parte de Trump cuando quiso comprar Groenlandia. Demasiado territorio para tan pocos daneses, me lo venden o se los quito. Es lo mismo que ponerse de parte de los EEUU cuando le robaron a México la mitad de su territorio. Es lo mismo que decían los sionistas del siglo XIX sobre los palestinos: “un pueblo de pastores que puede ser empujado con sus ovejas hacia Jordania”. Es, a fin de cuentas, lo mismo que decir que 140 millones de rusos no bastan para ocupar un país más grande que África. Es el mismo principio del colonialismo imperial europeo: unos miles de “salvajes” no pueden ser dueños de América.

No he querido escribir nada sobre la bofetada de Will Smith porque me parece lo mismo que la teta de Beyoncé: un suceso que aumenta la audiencia. Pero lo uso ahora para decir que ponerse de parte de Smith sería acudir en socorro del agresor, y eso es exactamente lo que ha hecho Sánchez con Marruecos. Es equivalente a ponerse de parte de Putin cuando invade Ucrania. La decencia está en ayudar al pueblo agredido y castigar al invasor, pero parece que la dignidad no es un valor que nuestro presidente quiera considerar cuando tiene a su alcance una foto con Biden en la Moncloa. Esa fue la misma indecencia que cometió Aznar metiéndonos de comparsa en la invasión de Irak. Ya ven lo bien que nos fue, con 200 muertos en Atocha a cambio de comprar una medalla del Congreso americano.

Pedro Sánchez y su partido socialista se convierten con esta traición en la nueva Judenrat española. Ellos son quienes entregan al pueblo saharaui en manos de una dictadura que los invadió hace medio siglo y desde entonces los tortura, los encarcela y los asesina. La frase de González, despojada de eufemismos, queda mejor enunciada diciendo: “La anexión marroquí es la solución final de la cuestión saharaui”.

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Antonio Cabrera de León

 

ANTONIO CABRERA DE LEÓN RESEÑA

 

MANCHETA FEBRERO22