El mercadillo  y gitaneo del salario (SMI): Patronal, ministerio y sindicatos el mismo teatro

Maribel Santana, activista, historiadora *

El año se estrena con lo que veníamos acarreando de atrás, deja el año viejo y estrena otro nuevo  pero la intención es la misma, la sombra que arrastra un régimen capitalista y unos gobiernos de turno forcejeando por las poltronas e importándoles las necesidades de los trabajadores un pimiento, solo saben frenar el descontento, por eso televisan el juego de los trileros, pujando como el mercadillo barato de los pobres gitanos, esa calderilla sobrante que les tocará otra vez a las clases laboriosas, entreteniéndolas como la Lotería de navidad para saber si toca o no el gordo.

La ministra de Trabajo y vicepresidenta Yoly sonrisas, la gran ministra y novia putativa de Garamendi, pone cifras de 43 euros al mes o, lo que es igual, el 4 por ciento del SMI. Ha llamado para apuntalar las limosnas que les van a dar a los trabajadores y se han reunido al menos 2 veces, sin éxito, las tres patas del banco de madera de pino que forman patronal, sindicatos y ministerio, para ir calentando motores y tener tranquilos y contentos a los ricos, protegerlos de la muchedumbre, las hordas pobretonas barriales, que no se les desborden y descarrilen como niños pequeños malcriados. 

La ministra de sonrisa forzada y tragicómica de baratijas, como siempre dando datos, que es su monotema, dar datos, que a veces a saber de dónde  los saca y tratando de eludir el cerco con  la verborreíca típica de aquellos que quieren impresionar con sus relatos laborales o de otros ámbitos, que lo hacen para que precisamente, exclusivamente,  no le entiendan. Asi los ceporros son los demás y ella la lista que sabe mucho.

Por otro lado  de la pata del banco de pino, está la patronal que también son democráticos y se reúnen, porque en su vida habían pensado que con sindicatos y gobiernos entreguistas de la izquierda ausente y de mentirijitas, asi de esa forma legal y sibilina, no había sacado tanto beneficio y habían acumulado tanto capital en  toda su  vida. 

Si ellos en  épocas anteriores, el pistolerismo, como por ejemplo en el reinado de Alfonso XIII, que han sido para los trabajadores sangre, miseria, violencia, casi hasta nuestros días, para no historiar detalladamente sobre éste asunto, hubiesen sido como la de nuestros días contando con los gobiernos de la izquierda y la democracia engañosa, digo si hubiera contado con esto, los empresarios no se hubieran cagado tanto las manos para ganar menos.

Pero la patronal también hace su juego que para eso han aprendido en la sofisticación de las leyes y el regateo del relato, como “nuestro sistema empresarial no nos permite tanta subida porque pereceremos, la empresa no puede mantener esa gran subida” y otras entelequias para salvar a la empresa, si no, se puede joder a los trabajadores.  Gracias a ellos que existen viven los currantes.  Incluso haciendo del personaje malo del grupo (los agentes sociales). Pero todos sabemos que es el juego, el teatro, porque al final todos se ponen de acuerdo, porque se necesitan en plena era del despropósito y en plena era de la desvergüenza. Cuando más ricos y súper ricos están, se quejan  porque siempre es poco para las hienas adictas. No pasan del 3 por ciento en la importante subida salarial que supone para ellos.

La otra pata del banco  serían los sindicatos (los del poder), cacareando la subida de una triste  y una cifra más, en este caso el 5 por ciento del SMI, pues dicen que es insuficiente lo que propone la empresa. Los sindicaleros venden obreros y frenan,  balbucean que la “Carta Social Europea”  refleja la dignidad sobre los salarios, como si la Carta Social Europea fuera escrita por los mismos trabajadores y no por los ricos. Como si el papel escrito tuviese que ver con la realidad cotidiana.

Asi CCOO y UGT los sindicatos alcahuetes, “valoran la voluntad de las  organizaciones empresariales, por llevar a cabo la subida salarial”, pero que ha de tener claro la “evolución” (el golpe de estado) de los precios de los alimentos. Con la piedra angular ha topado.

En fin. El teatro bajará el telón, con las cuentas del chiste del  costero, haciendo menjunjes  de cifras , pero en este caso las más  miserables, por estos explotadores que proponen unos y otras y todo queda en casa y estupendo, sin gritos, ni sangre, ni  huelgas y nada por el estilo porque estamos en una época  histórica del buen rollo entre todos, opresores y oprimidos.

Los trabajadores no pueden acceder a mejores salarios como la media de Europa, aun siendo, y que se jactan, de la marca España, de que es la cuarta economía de Europa. No pueden tener dignidad, como refleja, según los sindicatos, la Carta Social Europea para que el salario sea desde 2.000 euros como Austria, hasta 1.670 como Irlanda o 1.500 como Italia o Francia. Porque entonces Garamendi no puede subirse la de Dios salarial, como ha hecho, porque hay trabajadores y trabajadores.

El regateo del mercadillo del gitaneo (con el perdón de los pobres gitanos) lo llevan en volandas igualmente estos trileros explotadores y la izquierda entreguista, enamorada del capitalismo, que no quiere sino poltronas para salvarse ellos y ellas poniéndole en bandeja de plata a los expoliadores, asesinos y chupasangre la vida de los trabajadores sin cortarse un pelito.

¿Qué como tienen esa cara de papa, tan dura para  llamarse izquierda y luchadora, si hasta el sindicato vertical era más sano y más justo?. Al final quien determina lo que se sube es el que tiene el dinero  robado a los trabajadores y  los medios para producir.

La patronal es la que gana siempre en este juego para engañar a los trabajadores y regatearles su triste vida con calderilla. Determinará lo que está dispuesto a subirles y las Yolanders y  los sindicaleros del poder se tragarán la vergüenza otra vez más.

La lucha de clase no se ha marchado de paseo, estén quienes estén gobernando, u obvien la expresión de clases ricas, clases pobres, que quieren borrar de la faz de la tierra como si no fuera pura dialéctica que cae por su peso,  sino que cada vez más se agudizan las contradicciones de clase y lo estamos viendo y viviendo  en todas sus etapas y crudeza.

Espero que este 2024 sea un año de lucha a muerte, contra toda la explotación y los genocidios de pueblos enteros y soberanos.

* Gracias a Maribel Santana